Un complejo escenario atenta contra la estabilidad laboral para los trabajadores de la fruta en las provincias de Río Negro y Neuquén. La empresa Moño Azul, que no puede garantizar el futuro de 30 familias en General Roca, también provoca incertidumbre entre más de 200 obreros de Vista Alegre, cerca de la localidad neuquina de Centenario. Así lo describieron delegados del sindicato que representan a empacadores y denuncian la falta de respuestas. Al igual que chacareros de la región, que se encontraron en el límite de ambas provincias para exigir rentabilidad, y regalar parte de la cosecha, analizan medidas para ser escuchados.
En contrapunto al planteo del ministro de Producción nacional, Francisco Cabrera, quien celebró un "fluido diálogo" con la Confederación General del Trabajo (CGT) y advirtió que “no es cierto que haya destrucción del empleo”, una de las emblemáticas economías regionales se desangra y, como en casos similares, el eslabón más débil es el primero en romperse.
La situación en Roca es el caso testigo de cómo la "desinversión", que inició otro coloso como Expofrut, golpea a la cadena productiva. La serie de audiencias en la sede de la Secretaría de Trabajo rionegrina, a cargo de Lucas Pica, dejó una incógnita sin respuesta a los empleados que piden certezas sobre su futuro dentro de la firma. “A esta altura, analizamos la posibilidad de corte en la planta de Villa Regina (ubicada a 50 km de Roca). Estamos presos entre la presión de la empresa y la provincia”, advirtió el delegado José Luis Estrada a la consulta de Letra P.
Desde que se fusionó, en 2008, con el grupo italiano GF Group, Moño Azul es propietaria de más de 2.500 hectáreas, procesa y comercializa más de 80.000 toneladas por año demandados por el mercado interno y externo. Llega a todo el país, también a Brasil, Estados Unidos, Canadá, Europa, y al continente asiático.
NEUQUÉN. Del otro lado del río los problemas no son diferentes. Según trabajadores neuquinos, se analiza "qué hacer" porque un gran porcentaje en planta del área de empaque no percibió en forma completa los haberes del último mes. También denuncian un “vaciamiento” progresivo. “No hay soluciones para nosotros”, reiteró Estrada, voz de los empleados suspendidos en Río Negro. Por Vista Alegre, a 10 kilómetros de Centenario, se complica el futuro de 200 trabajadores por el rumor de un progresivo cese de actividades. “Nunca hemos trabajado así, sin material. No pinta nada bien, todos los compañeros están inquietos. Estamos muy preocupados”, comentó un empacador a Letra P.
La post temporada, que comenzará en poco tiempo, podría ser la fecha en que se inicie la sangría.
OFICIAL. Fuentes de la Secretaría de Trabajo rionegrina consignaron a Letra P información de las audiencias que, en un principio, se terminarían sobre el cierre de esta semana y serían el escenario favorable al reclamo de los suspendidos que exigen el total de la indemnización. “Este viernes, representantes de la empresa (Moño Azul) llevarán un porcentaje para poner sobre la mesa”, comunicó un vocero de la cartera a este medio.