La carrera legislativa todavía está lejos de su largada formal pero los dirigentes que quieren desembarcar en diciembre en el Congreso Nacional ya empiezan a subirse a la competencia. Jefe del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara baja durante ocho años, Agustín Rossi fue uno de los primeros en dar señales de comienzo de campaña.
“Hace tiempo que tomé la decisión de ser candidato a diputado nacional para volver a representar a Santa Fe, una de las provincias más afectadas por este modelo económico neoliberal”, dice en diálogo con Letra P el ex ministro de Defensa, que asegura que las próximas elecciones serán la oportunidad de “ponerle un freno” a Mauricio Macri y que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner será la dirigente del peronismo que liderará la construcción de la oposición al Gobierno nacional.
-No sé qué va a hacer. En términos teóricos yo la hubiese imaginado como candidata directamente en 2019 peleando de nuevo por la Presidencia. Ahora bien, Cristina es una jefa política. Nosotros tenemos el ejemplo de Néstor Kirchner, que en 2009 que se puso de cabeza de la lista de diputados nacionales como forma de frenar la dispersión y la situación difícil que estaba viviendo nuestro espacio político después de la 125 y el voto “no positivo”.
-Pero Kirchner perdió esa elección.
-Por muy poco. Pero la estrategia que se diseñó, con su candidatura, permitió mantener ese casi 33 por ciento de los votos. Y lo que es cierto es que Cristina tiene una ponderación muy alta en la provincia de Buenos Aires, que está en ascenso, y que pareciera que Macri va arriba de una locomotora, la maneja rápido y va perdiendo vagones: el de la industria, el trabajo, el empleo, la inclusión social, la ciencia, la tecnología. La elección parlamentaria es el momento para decirle al Gobierno que está perjudicando a una amplia mayoría de los argentinos y tiene que cambiar el rumbo.
-¿El peronismo no cumplió ese papel hasta ahora?
-En el peronismo conviven diferentes miradas. Con el riesgo de simplificar, uno podría decir que hay una porción de dirigentes que tiene una mirada más indulgente, comprensiva y colaboracionista con Macri. Son los que, en nombre de la gobernabilidad, han aceptado la mayoría de las decisiones que ha tomado el Gobierno. Lo más emblemático de esto es la mayoría de senadores del PJ. Hay otros dirigentes, entre los cuales me incluyo, que sostenemos que el peronismo no tiene nada que ver con un modelo económico neoliberal y que tiene que ponerse a construir una alternativa al Gobierno. En el medio hay matices. Y las PASO son una buena oportunidad para preguntarle a los adherentes del Frente para la Victoria dónde quieren que esté el peronismo porque hasta ahora es una discusión de dirigentes.
-¿Adherentes al FPV o al peronismo? Miguel Ángel Pichetto dice que el FPV fue un frente electoral la estructura central es el peronismo.
-Seguramente el peronismo construirá frentes en cada una de las provincias. No tengo ninguna duda de que la mayoría de los que vienen votando al FPV van a seguir acompañando a esos frentes. Es una discusión que no genera ninguna tensión. El votante que ha acompañado a Cristina, lo que quiere es una posición opositora. Entonces, lo que le falta en la política de hoy es una representación institucional más fuerte de todos los que están siendo afectados por las políticas.
-Para eso Cristina va a necesitar del apoyo del resto de los dirigentes del peronismo, que desde hace más de un año vienen diciendo que su liderazgo ya está terminado.
-No sé si lo siguen diciendo. La única verdad es la realidad, decía Perón. ¿Quién define que un liderazgo está acabado? El pueblo. No lo define un círculo de dirigentes. Yo nunca tuve dudas, siempre sostuve que hay más kirchnerismo en la gente que en los dirigentes. La dirigente que genera empatía, por la cual tienen cariño los sectores populares y medios, es Cristina. Y si Cristina toma la decisión de presentarse en la provincia, no va a haber nadie que se anime a competir contra ella.
-¿No sería saludable ir a una interna?
-Conociendo el espíritu democrático de Cristina, no va a tener ningún problema en competir. No creo que alguien se anime a competir con ella; perdería por paliza. Independientemente de eso, espero que haga campaña electoral y apoye a los candidatos del kirchnerismo en todo el país. Espero que también venga a Santa Fe.
-¿Las denuncias contra el kirchnerismo le hicieron daño al espacio?
- Hay que separar la paja del trigo. Está claro que si hay alguien que en el ejercicio de la función pública cometió algún ilícito, tiene que dar cuentas ante la Justicia. Pero también está claro que el Gobierno ha utilizado las denuncias de corrupción como una campaña sistemática de deslegitimar al kirchnerismo y a su principal figura, que es Cristina. Las denuncias tienen como principal objetivo sacarla de la cancha. El segundo es desprestigiar a la política, presentándola como corrupción absoluta. Eso lleva a que la gente se aleje de la política y quede el gobierno de las corporaciones.
-En los primeros meses del Gobierno eso parece haber dado resultados, al menos en las encuestas. ¿El kirchnerismo tendría que hablar más de ese tema?
-Yo siento que hablo abiertamente pero no creo que tenga que ser el eje del debate en Argentina. En toda la historia argentina y de América Latina, los movimientos nacionales y populares fueron tratados de deslegitimar con denuncias de corrupción.
-Pero acá se vio a José López con bolsos de dinero.
-Por eso, hay que separar la paja del trigo: que López responda por los 9 millones y que diga quién se los dio. No fui yo ni muchos otros ex funcionarios. Lo que tenemos que discutir ahora es cómo viven hoy los argentinos y cómo vivían antes. Hay casi 280 mil argentinos que perdieron su trabajo en blanco y cerraron más de 5700 empresas. Antes la gente tenía miedo por la inseguridad y ahora tiene miedo a no poder pagar el alquiler, el colegio de los chicos, la cuota del auto, la prepaga.
-¿Cómo evalúa la relación entre su provincia, Santa Fe, y la Nación?
-Ha tenido altibajos pero, en términos generales, el gobierno socialista se alineó con el macrismo. Ha sido condescendiente a pesar de que ha recibido desplantes fuertes.
-Tuvo algunos cruces fuertes.
-Sí, por la cuestión de la seguridad. Pero en términos generales, el gobernador (Miguel) Lifschitz se ha alineado con el Gobierno nacional. En el debate por Ganancias fue uno de los primeros en salir a darle el apoyo al Presidente. Los diputados nacionales, Hermes Binner y Alicia Ciciliani, votaron a favor del acuerdo con los fondos buitre y del blanqueo. Se han alineado en todo.
-¿Cómo evalúa el escenario electoral para el peronismo en la provincia?
-El peronismo hizo una muy buena elección en 2015. Pero también está en alerta, porque algunos intentan desguazarlo, meterlo como furgón de cola del socialismo o de Cambiemos. Yo creo que el peronismo de Santa Fe tiene que ser opositor a nivel provincial y a nivel nacional. La forma de resolver esas contradicciones está en las PASO, donde yo voy a competir. Tengo confianza en que el pueblo argentino le va a decir que “no” a Macri en estas elecciones y le va a poner un freno a este modelo económico que tanto daño le está haciendo a la Argentina.