El PJ había previsto hacer una cumbre en el Partido de la Costa, pero la "probabilidad de chaparrones y tormentas", fue la excusa perfecta para suspender una actividad que ya anticipaba un clima cruzado por diferencias entre los distintos sectores que estaba previsto que asistieran. En el PRO tomaron la misma decisión, atendiendo a la posible inestabilidad climática en Capital Federal y en interior bonaerense, hasta donde llegarían María Eugenia Vidal y Mauricio Macri, en una semana donde el Gobierno fue foco de críticas por el acuerdo entre el Correo y el Estado y la baja en las jubilaciones.
El sábado podría haber sido un días de importantes definiciones para el PJ, si las diferencias entre los sectores que comulgan bajo ese paraguas no habrían hecho explotar el encuentro mucho antes que suceda.
El viernes, mucho antes que los dirigentes peronistas marcaran "Santa Teresita" como destino en su GPS, comenzó a circular el aviso que la cumbre se suspendía porque el pronóstico del tiempo anticipaba lluvias y vientos en la zona. "En Santa Teresita, dos días seguidos de playa. Estamos a puro sol", indicaron desde las costas a este portal, descartando las previsiones meteorológicas.
Se trataba de una reunión en la que esperaban lograr una nueva foto de unidad, tal como sucedió en algunos momentos del año pasado. Lo cierto, como indicó Letra P, es que el temporal se hizo sentir puertas adentro del partido. El apoyo de La Cámpora a Cristina Fernández de Kirchner, un pataleo de los sectores más duros del justicialismo, el malestar contra El Evita y el sector del diputado Oscar Romero por la última sesión del Congreso, los petardos de Julián Domínguez y las pintadas de Florencio Randazzo fueron generando una cadena de bajas que terminaron de redondear lo que -muchos coinciden por lo bajo- iba a ser un fracaso.
En el PRO el argumento fue el mismo. Se comunicó que el timbreo programado para este sábado a las 10 quedaba suspendido en el Conurbano bonaerense y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por mal tiempo, donde finalmente no llovió. Las mismas razones alcanzaron a la gobernadora María Eugenia Vidal y al presidente Mauricio Macri que habían programado realizar la actividad en San Antonio de Areco, ciudad en la que llovió durante la mañana.
Sin embargo, la jornada se presentó sin precipitaciones en otras regiones del país y la Provincia, hasta donde sí llegaron otros miembros del PRO que no acataron la suspensión.
Tras el frustrado timbreo, Vidal visitó tres municipios bonaerenses acompañada por funcionarios y legisladores. Según se indicó desde la Gobernación, recorrió los partidos de Alberti, Carlos Tejedor y Carlos Casares en el marco de sus visitas semanales a los distintos municipios.