A comparación con el año 2016, las compras navideñas minoristas del corriente crecieron un 0,8% y el consumo promedio rondó los $660, superando por más de 20 puntos el ticket promedio del año pasado.
Según un relevamiento de la CAME, las compras comenzaron más tarde y en las últimas 48 horas se registró el alza que modificó la medición interanual. La medición a precios se realizó entre el 22 y 24 de diciembre en 1.800 comercios pequeños y medianos del país.
Según la Cámara comercial, los hechos de violencia y represión en el Congreso, durante el debate por la reforma jubilatoria, lograron que la gente "se movilizara en los últimos días", como el sábado y el propio domingo. Además, se especuló con la búsqueda de ofertas.
Los negocios que no tuvieron promociones generosas, descuentos adicionales o cuotas sin interés, tuvieron poco dinámica. "El resto, mientras pudo resignar rentabilidad, vendió muy bien", apunta la CAME.
"Durante el sábado y domingo, en una recorrida por los centros comerciales a cielo abierto o calles de barrios y avenidas de grandes y medianas ciudades, se podían ver locales repletos de gente", se aclara en el documento.
De acuerdo a CAME, las grandes cadenas ofrecieron "precios imbatibles" que perjudicaron a los comercios chicos. Lo mismo sucedió con los vendedores ilegales instalados "en saladas y saladitas que acapararon buena parte del mercado y los manteros que, por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires, coparon las veredas en el barrio de Liniers y regresaron a la Av. Avellaneda en Flores, para aprovechar el periodo navideño".
"En algunas ciudades fronterizas a Paraguay, Chile y Bolivia, ayudó a recuperar consumo los controles más estrictos sobre lo que ingresaba de esos países, especialmente en electrodomésticos", concluye la Cámara.