Este próximo lunes desde el mediodía (dos horas antes de la sesión especial prevista para sancionar en la Cámara de Diputados las reformas tributaria y previsional) comenzará un paro nacional de 24 horas dispuesto por la Confederación General del Trabajo. Según informó la secretaría de Prensa de la central obrera, el triunvirato de conducción se reunirá a las 9 de la mañana, en la sede de la calle Azopardo, para anunciar la medida de fuerza que tendrá vigencia tres horas después. El paro se concretará “en caso que el Poder Ejecutivo Nacional mantenga su decisión de tratar el proyecto de reforma previsional”, agregó la fuente cegetista, para abrir un compás de espera y negociación con el fin de que la Casa Rosada retire la cuestionada iniciativa. El jueves pasado, la central lanzó una primera advertencia para evitar que el Presidente firmara la reforma mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que podría ser aplicado por el Ejecutivo en caso de que la sesión del próximo lunes no prospere.
El brevísimo anticipo oficial que la CGT difundió este sábado por la noche, sucedió pocas horas después de las declaraciones radiales que hizo el estacionero Carlos Acuña, uno de los tres miembros de la conducción unificada cegetista. El paro “es la única herramienta que nos queda, no es porque a nosotros nos guste parar, no tenemos otra forma", se justificó el titular del sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio, Garages, Playas de Estacionamiento, GNC, Lavaderos Automáticos y Gomerías (Soesgype), que responde al gastronómico Luis Barrionuevo.
"El Presidente debe tomar consciencia de esto, debe tener más equilibrio. Tiene que prevenir todas estas cosas y no dejarse llevar solamente porque los que hablan solamente de economía técnica sino de la economía real, de lo que consume la gente. No estamos bien. Esta es la realidad. Si dan un bono, es porque saben que están haciendo un perjuicio al poder adquisitivo”, disparó Acuña y le habló a los mandatarios provinciales que dieron un renovado acuerdo este viernes, para que la sesión que naufragó el jueves en medio de un escándalo, se reanude este lunes desde las 14. "Le pedimos a los gobernadores que no piensen solamente en mantener la caja sin hacer ningún esfuerzo y pedirle un esfuerzo a los jubilados. Es una vergüenza. Y el diputado que es peronista no puede hacer lo que está haciendo, si es que alguno va a apoyar lo que perjudica a los jubilados y a quienes reciben la AUH", disparó el hombre de Barrionuevo, uno de los que más silencio mantuvo durante esta semana.
Según su discurso, la CGT ha "acompañado tratando de no poner piedras en el camino, ni palos en la rueda, pero llegan momentos en donde no da para más la situación". Además señaló que la administración de Cambiemos fue "el primer responsable" de la crisis que estalló en el Congreso el jueves y que derivó en una brutal represión, por parte de las fuerzas de seguridad federales y de la Ciudad, que actuaron en base al comando unificado que tuvo a su cargo la seguridad de la undécima cumbre ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC). El operativo contó con 1700 efectivos. "Poniendo la cantidad de gendarmes que pusieron en la calle, ahí empieza la primera violencia. Después están los violentos de siempre que se tapan la cara. Esos son infiltrados para generar el escándalo que generan, no es el común de los trabajadores", remató el jefe cegetista, luego de deslizar que este lunes próximo se realizaría un paro. Tras esas imprecisiones, la CGT ordenó su discurso público y confirmó la medida de fuerza que, hasta este viernes, sólo alcanzaba a una movilización, que iba a incluir la marcha confirmada por la Asociación Bancaria desde el mediodía, para rechazar la reforma previsional. A la misma hora que definió el sindicato conducido por Sergio Palazzo (principal gremio de la Corriente Federal de Trabajadores dentro de la CGT), la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista y Combativa (CCC), junto a Barrios de Pie, se concentrarán frente a la Plaza del Congreso para repudiar el tratamiento de la norma.