Sobre el filo del horario, el Gobierno dio un golpe de timón y trasladó la cumbre con los gobernadores por la reforma previsional a la Cámara de Diputados. La reunión, que iba a desarrollarse en Casa Rosada, será finalmente en las oficinas de Presidencia, con Emilio Monzó como anfitrión, y hay dudas sobre el nivel de asistencia de los mandatarios provinciales, tras el escándalo vivido este jueves dentro y fuera del Congreso.
La información fue adelantada a Letra P minutos después del mediodía por fuentes oficiales. El encuentro será a partir de las 13 y, según supo este medio, no estaría garantizada la presencia de todos los gobernadores. En la previa, el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, presionó a los mandatarios para que los diputados que les responden garanticen el quórum sin excepciones el próximo lunes, cuando Cambiemos aspira volver a sesionar.
Para la reunión, comprometieron su presencia representantes del Bloque Justicialista que se quedaron en Buenos Aires tras el debate fallido de este jueves. El jefe de la bancada, el salteño Pablo Kosiner, no pudo contener la rebeldía interna y sólo dos diputados propios bajaron al recinto. Ahora, buscarían negociar mayores garantías para la reforma, como condición para confirmar su apoyo. "Si el Gobierno tiene una alternativa, que se siente y lo diga. ¿Por qué no lo anunciaron antes? Hubiéramos evitado este clima de tensión", se quejaba Kosiner tras el escándalo, en diálogo con la prensa acreditada.
En las últimas horas, descartado el DNU, cobró fuerza la posibilidad de que el Gobierno instrumente un bono compensatorio para los jubilados por la pérdida equivalente a un trimestre de aumento. La fórmula aprobada en el Senado establece un incremento en base al índice inflacionario y el nivel de variación salarial. Cambiemos confía en mantener esa ecuación y aspira a saldar la discusión por el empalme de fórmulas.