Luego del fracaso de la sesión en Diputados para sancionar las reformas previsional y fiscal, el presidente Mauricio Macri analizaba en la tarde noche de este jueves la posibilidad de firmar un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para transformar en ley la nueva fórmula para reajustar las jubilaciones. El texto, que ha sido analizado durante toda la tarde en la Casa Rosada, tiene dos partes: legalizar la nueva fórmula de reajuste y librar un bono para compensar el trimestre que no era incluido en el cálculo. Sin embargo, pasadas las 22, la decisión del DNU no había sido finalmente adoptada, mientras una fuente de la jefatura de Gabinete agregó, en diálogo con este medio, la posible convocatoria a distintos gobernadores para participar de una reunión urgente (que podría concretarse este viernes) con el fin de analizar una nueva sesión en Diputados el próximo lunes y evitar la aplicación del decreto.
La información del DNU fue confiada a Letra P por fuentes del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. “Lo están analizando en este momento y sólo se remitiría a la fórmula y a la compensación, aunque la otra posibilidad es continuar con el debate la semana que viene, pero sería continuar con esta situación”, confió la fuente. La salida del DNU, ante la tensión de este jueves por la tarde, también contaría con el visto bueno de algunos gobernadores, que habrían planteado su acuerdo para evitar un mayor desgaste político en las próximas semanas.
En medio de los rumores, la figura del oficialismo que más fuerza le dio a la versión fue la diputada nacional Elisa Carrió. La socia menor de Cambiemos por la Coalición Cívica utilizó su cuenta personal de Twitter para repudiar la posibilidad. “Carrio y la Coalicion Cívica juraron respetar la Constitución Nacional y no la van a violar bajo ningún concepto. Un DNU violaría gravemente la Constitución Nacional”, disparó la chaqueña y los voceros del Gobierno comenzaron a relativizar la versión del decreto.
Por la noche, cuando ya había pasado el momento más álgido de la crisis de este jueves, los giros internos del Gobierno confirmaron la existencia de una dura interna para encontrar una salida al fracaso de la sesión en Diputados que, horas antes del mediodía, los principales escuderos de Cambiemos consideraban asegurada. Durante las horas de zozobra que atravesaron los funcionarios de la Casa Rosada, se encontraron con un mandatario notoriamente enfurecido que, antes de la medianoche, ya había encontrado cierto sosiego, a pesar de las advertencias públicas que le dedicó Carrió.