Electroingeniería, la empresa de Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra, se quedó con la primera licitación desde que Mauricio Macri es presidente de la Nación. Se trata del tramo 2 de un río subterráneo con el que el Gobierno espera llevar agua potable a gran parte del conurbano sur, una obra que tendrá un costo de casi 3.000 millones de pesos.
La traza tiene 23 kilómetros y tendrá un costo final de $2.878.001.055 más IVA. La obra en cuestión fue adjudicada a una UTE (Unión Transitoria de Empresas) entre Electroingeniería y la china Gezhouba, misma sociedad que está comenzando a construir las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz.
Con ese río subterráneo, el Gobierno busca transportar el agua potable desde la planta de General Belgrano hacia algunas zonas de Quilmes, Almirante Brown, Esteban Echeverría, Ezeiza y Lomas de Zamora, todas localidades donde en las PASO se impuso Unidad Ciudadana por amplio margen.
Macri con el CEO de la china Gezhouba, socia de Electroingeniería, en septiembre de 2016.
Según explicaron a Letra P fuentes oficiales, la oferta de Electroingeniería estuvo 22% por debajo del presupuesto oficial y compitió con otras 8 UTEs, entre las que estuvieron Dycasa, Roggio, Iecsa, Cartellone y la italiana Ghella. Todas firmas importantes en el sector, algunas de ellas con contactos con el Gobierno, como es el caso de la italiana Ghella.
Con esta obra, Electroingeniería suma su primera obra importante en la gestión macrista, luego de haber aumentado su participación en la obra pública durante el kirchnerismo. La situación de la licitación se da en un marco en el que el grupo atraviesa una fuerte crisis económica en su medio emblema, Radio del Plata. Lugar en el que desde que Macri ganó las elecciones se empezaron a pagar los salarios en cuotas y hasta hubo varios intentos de venta de la emisora.
ENVIÓN CHINO. La adjudicación de la obra de AySA llega luego de que el Gobierno le diera el visto bueno a los estudios de impacto ambiental que había pedido la Corte Suprema para reanudar las tareas en las represas de Santa Cruz, dos obras con un costo de 4.700 millones de dólares.
La aprobación de los estudios de impacto ambiental llegó luego de idas y vueltas, donde el Gobierno había pedido bajar costos, estimados inicialmente en 6.000 millones de dólares, y la presión de China para que comiencen los trabajos que recibió el presidente Macri en su última visita al país asiático.
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Allí, las autoridades de Beijing presionaron para que el Gobierno apruebe el inicio de las obras y condicionaron a esa decisión el financiamiento de proyectos futuros. El interés de China radica en que el proyecto incluye a Gezhouba, cuyo principal accionista es el estado chino con un 40% de la participación societaria.
La obra de las represas había sido adjudicada y anunciada por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en febrero de 2015.