El Tribunal Oral Criminal Nº 3 del distrito bonaerense de General Pueyrredón rechazó un recurso de amparo que había presentado el intendente local Carlos Arroyo (Cambiemos) para solicitar que se prohíban las protestas en cercanía al palacio municipal. La decisión judicial explica que avanzar en el sentido reclamado cercenaría “cualquier tipo de manifestación constitucionalmente reconocidos”.
En marzo de este año, el gobierno que lidera Arroyo había hecho una presentación y en julio pasado insistió con una acción de amparo para que no se permitan los cortes totales de tránsito ni la quema de neumáticos en la zona de la municipalidad. A través de esa maniobra judicial el municipio se pronunció en contra de la protestas frente a la comuna y solicitó que, de haber una medida restrictiva, se haga extensiva a todos los reclamos que se realizan a las puertas de la comuna o de cualquier otra oficina municipal.
En este sentido, había pedido también que se tomen medidas contra organizaciones que “provoquen acciones y conductas que constituyen alteración del orden, de la salud, y de la moral pública”, posición que provocó el rechazo de distintos organismos, publica DIB.
El intendente había hecho especial referencia a manifestaciones realizadas por integrantes del Movimiento Teresa Rodríguez, Cooperativa A Trabajar, Agrupación vecinos Unidos y el Movimiento Patria Grande.
Según señaló el portal local 0223, el tribunal rechazó “in límine” el pedido del Ejecutivo al considerar que “de la lectura de la presentación de inicio no surge en forma palmaria cuál es el acto u omisión que entiende ilegítimo o arbitrario, más allá de su notoria disconformidad”.
“La generalidad de los términos de la propuesta a resolver implicaría cercenar ex ante -en el ámbito del Municipio de General Pueyrredón- cualquier tipo de manifestación constitucionalmente reconocidos en el marco de un sistema democrático”, explica el escrito.
La dirigencia en ojotas calienta motores. El parador rebautizado en honor a Milei, Massa y Momo. Ritondo, Recalde, Wado, Pullaro y más abonados al reunionismo.