Cambiemos se recuperó de la ajustadísima derrota a manos del peronismo y lo venció sin atenuantes por casi doce puntos de diferencia en Santa Fe. Cinco, tres y uno resultó el reparto de bancas a diputados nacionales entre el oficialismo, el Frente Justicialista y el Frente Progresista. La victoria confirmó y renovó las aspiraciones cambiemistas de gobernar la provincia. En esa carrera, dos competidores corren con ventaja clara sobre el resto.
El intendente radical de Santa Fe, José Corral, y el diputado macrista Luciano Laspina suenan bien fuerte como posibles candidatos a gobernador en dos años. Lo del presidente del radicalismo no es novedad, desde hace rato es mimado por la Nación, que le entrega fondos y obras en el pago chico y le abre la puerta ancha de la Casa Rosada. Eso lo convirtió en el más macrista de los radicales.
Corral vivió la fiesta macrista del domingo en Buenos Aires y no en su tierra. Se pegó al jefe de Gabinete, Marcos Peña, y al presidente Mauricio Macri a la hora de los discursos y el baile sobre el escenario mayor. En la ciudad capital quedó el ganador, Albor Cantard, quien atajó explicaciones sobre la derrota de Carlos Pereira, el delfín de Corral, en las elecciones municipales.
Laspina es la esperanza blanca de los amarillos. Economista, pieza clave para el oficialismo en la Cámara de Diputados, estuvo a punto de encabezar la lista que ganó este fin de semana. Carece de conocimiento territorial, pero lo seduce la Casa Gris y tiene el apoyo de dos pesos pesados: Elisa Carrió y Miguel Torres Del Sel. "Espero que Luciano sea el próximo candidato a gobernador, es alguien que le puede hacer muy bien a Santa Fe", apuró el cómico entre las celebraciones.
Detrás de Laspina asoma el celo y “algo de bronca” de los dirigentes PRO de la provincia para con el trato preferencial que la Rosada tiene con Corral. Un dirigente macrista le contó a Letra P que ayer se apretó el puño cuando llegó info de la derrota del presidente radical en su ciudad. “Nosotros estamos desde el 2007 y nunca nos trataron como a él”, se quejó.
Corral junto a Peña y el ministro de Interior, Rogelio Frigerio.
Laspina, con ánimo contenedor, celebró de la mano del radical Cantard en Santa Fe. Se río incómodo cuando la barra cantó: “Socialista, socialista; no te lo decimos más. En el 2019 gobierna José Corral”. Pero rápido viajó hacia Rosario, donde ganó con claridad la lista de un Cambiemos PRO puro, sin radicales. Esa victoria, en la cuna del socialismo que gobierna la provincia desde 2007, es un punto que el macrismo se anota en su cuenta y no comparte con la UCR. La derrota de Corral en Santa Fe, a la inversa, es un resultado que el macrismo le anota, en exclusividad, en el debe del radicalismo.
En efecto, la pelea futura por la candidatura a gobernador es un PRO versus UCR de fondo. “Corral está muy agrandado y cree que puede solo”, filtra un amarillo. Por ese motivo, y por el categórico triunfo que consiguió Cambiemos, los macristas ya avizoran la competencia.