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El Presupuesto desmiente a Lacunza: suben impuestos y financian gasto corriente

El ministro de Economía bonaerense dijo en una entrevista por TV que en 2017 no aumentará la presión y tomará deuda solo para obras. Pero este año ya subió 36% el Inmobiliario, entre otros tributos.

La memoria le está jugando una mala pasada al ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, pero no en temas banales, como llevar encima una lapicera o un paquete de pastillas, sino en números gruesos de las cuentas provinciales. Así, en declaraciones a LN+, el canal del diario La Nación, dijo que no habrá este año aumentos de impuestos y que el endeudamiento internacional se utilizará sólo para hacer obras.

 

Con solo revisar los registros de la maratónica sesión del 21 de diciembre pasado en la Legislatura bonaerense, en la que se aprobó el Presupuesto 2017, se desprende de la propia “Ley de Leyes” que subirá la alícuota de Ingresos Brutos a los juegos de azar y que se girarán fondos a los municipios para que los destinen al pago de sueldos (gasto corriente) en formato de un fondo que se iba a destinar sólo a obras (Ver “La letra chica de las negociaciones…”).

 

 

El ministro se refirió a varios temas en su entrevista televisiva, como paritarias docentes, la obra pública y la carga impositiva en la Provincia.

 

Sobre la negociación con los docentes, remarcó: "Las paritarias son libres, no tienen ni techo ni piso. La situación de estrés laboral, que fue cierta el año pasado, hoy genera mejores expectativas".

 

Pero, volviendo al Presupuesto, en esa calurosa jornada de diciembre de 2016, el macrista Marcelo D’Aletto, presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara baja, detalló en el recinto que se proponía la aprobación de una ley fiscal –que se sancionó- que preveía una recaudación propia de 200 mil millones de pesos y la suba de varios impuestos. Y que, pese a que no se aplica el revalúo de las tierras urbanas realizado en agosto del año pasado, el Inmobiliario Urbano y Rural tiene una "actualización promedio" del 36 por ciento.

 

Además, el diputado oficialista precisó que se reducía la alícuota de Ingresos Brutos para 120 mil pequeños comercios que facturan menos de $1,3 millón anual y subían las alícuotas que hoy pagan las salas de juego. Todo eso fue aprobado por ambas cámaras, con los votos de Cambiemos, el Frente Renovador y buena parte del peronismo, además de bloques más pequeños nacidos de escisiones del PJ.

 

ENDEUDAMIENTO. Lacunza aseguró también en la entrevista televisiva que el crédito internacional será destinado a la obra pública provincial y que la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal trabajará para que este año no haya aumento de impuestos. El segundo punto ya está incumplido y el primero puede prestarse a un juego engañoso, porque la Provincia se endeudará desde distintos frentes, no solo el externo, y parte de ese endeudamiento se destinará al pago de, por ejemplo, la pauta salarial que fijó en ese mismo Presupuesto para los estatales bonaerenses, del 17% para 2017.

 

Es decir, si los fondos que utilizará para paliar déficit provendrán de lo que consiga en los mercados externos o en lo que reciba de otros prestatarios, como por ejemplo el Gobierno nacional, será apenas un tecnicismo, porque la deuda se toma y –más tarde o más temprano- se debe pagar.

 

Volviendo al día en que se aprobó el Presupuesto 2017, los intendentes consiguieron un fondo de 8.500 millones de pesos del endeudamiento que, por 52.000 millones de pesos, le aprobaron al Gobierno.

 

Los fondos con los que contará Vidal este año suman 521.410.794.201 pesos. La sanción del Presupuesto logró destrabarse luego de que el oficialismo acordara con los distintos bloques del PJ bajar la necesidad de endeudamiento de 93.000 millones de pesos a unos 52.000 millones. Pero los pedidos de endeudamiento adicionales, como colocaciones de bonos y letras, llevan el financiamiento bonaerense más de cerca de los $100.000 millones.

 

En las negociaciones de esa jornada intervinieron varios intendentes –fundamentalmente del peronismo- quienes, en esa misma noche, se entrevistaron con Lacunza y con el jefe de Gabinete, Federico Salvai, para darles destino a los $8.500 millones, de los cuales el Ejecutivo tomó el compromiso de girar el 30% para marzo y luego el 11% cada vez que tome deuda.

 

En esa noche febril del 21 y madrugada del 22 de diciembre pasados, se acordó entre los enviados del gobierno provincial y los alcaldes que los fondos, que deberían dirigirse exclusivamente a obras y seguridad, pudieran utilizarse también para pagar sueldos y aumentar plantillas de personal.

 

Lacunza advertía, poco antes de aprobarse el Presupuesto, que el gobierno provincial necesitaba que la Legislatura aprobase la autorización de endeudamiento por unos $60.000 millones para "evitar un ajuste feroz".

 

La gestión de Vidal aumentó en 2016 a 29% el peso de la deuda en relación a los recursos totales, cuando en 2015 esa cifra alcanzaba el 26%, según un estudio del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).

 

El año 2016 marcó que las provincias subsistieron haciendo un delicado equilibrio entre endeudamiento y auxilio del Gobierno nacional, vía adelantos de coparticipación para financiar gasto corriente durante todo el año. En este año electoral, la ecuación parece que no será muy distinta.

 

Maximiliano Pullaro recibió patrulleros de la provincia de Buenos Aires
Martín Menem y Karina Milei.

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