Un día después de la primera marcha federal que enfrentó Mauricio Macri como presidente, los voceros públicos y privados del Gobierno le "bajan el precio" a la movilización que ayer reunió más de cien mil personas en la Plaza de Mayo, luego de una convocatoria proveniente desde distintos puntos del país, impulsadas por las dos Centrales de Trabajadores Argentinos, conducidos por Hugo Yasky y Pablo Michelli.
"Creemos que fue muy parcial, que fue una parte muy pequeña del peronismo, porque el verdadero peronismo no está ahi, sino en la CGT, que no estuvo", contestó al Letra P un funcionario de la Casa Rosada, que minimizó la masividad de la marcha.
"Fue una partecita de la oposición que, a nosotros nos sirve que siga vigente. Que estén Micheli y Yasky juntos es por lo menos llamativo. Al no estar la CGT, quedó una parte del kirchnerismo duro: uno de los sectores de la oposición que queremos alimentar, porque nos viene bien dentro de la estrategia de dividir al peronismo y tenerlo desarmado", confió la fuente consultada, que obvió la presencia de una parte de la CGT dentro de la marcha.
Las apreciaciones concedidas en off fueron posteriores a las evaluaciones públicas que lanzó el ministro de Trabajo Jorge Triaca luego de la marcha. Esta mañana en declaraciones radiales, el funcionario no ahorró chicanas para bajarle el precio a la movilización y sostener que fue "politizada". "En la Argentina hay una oportunidad que no se daba en tiempos anteriores que es la de poder manifestarse libremente sin que el Estado te persiga. Ayer se han manifestado distintas organizaciones sociales, de sindicatos, reclamando lo que consideran que es justo". Pero insistió en que "hay muchos que convalidaban lo que el gobierno anterior generó, que fue 700 por ciento de inflación o una retracción en el empleo en los últimos cinco años -donde no se generaron oportunidades para los jóvenes porque hay un millón que no tienen la oportunidad ni de estudiar ni de trabajar- y eso como si no hubieran tenido nada que ver. Y me parece que ahí hay una gran responsabilidad", disparó.
Para el ministro, fue "una protesta en la que se sumaron muchas cosas, era variopinta. No solamente había gente que viene reclamando desde hace tiempo, sino también se mezclaron expresiones políticas de quienes, en algún sentido, estaban encontrados hace mucho tiempo. Nosotros escuchamos esos reclamos, tenemos reunión con muchas de esas organizaciones, habamos (con sus representantes) en las distintas mesas de trabajo. No somos ajenos al momento difícil que está transitando la Argentina, pero también tenemos claro que vamos en un sendero donde en poco tiempo vamos a tener oportunidades de crecimiento, que se empieza a manifestar en algunos sectores, en otros tienen más dificultades. Pero nosotros tenemos claro que este es el camino a recorrer", prometió el funcionario.
Sin embargo, la mayor preocupación del oficialismo tiene que ver con la posibilidad de un paro general antes de fin de año, como lo anunciaron distintos asistentes a la marcha, que contó con la adhesión de varios gremios de la CGT: desde las columnas del Sindicato de Empleados de Comercio porteños, las de Dragado y Balizamiento, de Juan Carlos Schmid (actual miembro del triunvirato unificado), la Unión del Personal Superior de Empresas Aerocomerciales, los Trabajadores de la Manufactura del Cuero y afines y –entre otros– los Trabajadores del Peaje, con la bandera “Facundo Moyano conducción”.
También se pudieron divisar banderas de Suteba, La Cámpora, Movimiento Evita, MILES,Movimiento de Unidad Popular, Nuevo Encuentro, Kolina, Martín Fierro, La Corriente de la Militancia, La Bancaria, UOCRA, CTERA, Suterh, ATE, MST, la Asociación de Mujeres Meretrices y al menos un centenar de estudiantes. Los oradores también mostraron que el esquema de la "partecita" que ve el gobierno, parece haber sido mayor. Estuvieron Facundo y Pablo Moyano, Omar Plaini, de los Canillitas, Juan Pablo Brey, de Aeronavegantes, Roberto Baradel, de Suteba, Víctor Santa María, del Suterh, Eduardo López, de UTE, Sergio Palazzo, de La Bancaria, el diputado Edgardo Depetri y el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi.
Por los organismos de derechos humanos estuvieron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.