El senador por la provincia de Buenos Aires Juan Manuel Abal Medina criticó el proyecto de división del municipio de La Matanza y aseguró que “crea distritos muy homogéneos” en términos de ingresos“con lo cual condena a los sectores de bajos recursos a mantenerse ese estado” y agregó que la iniciativa “tiene que ver simplemente con un tema de revanchismo político y de ventaja partidista”.
-¿El proyecto busca erosionar el poder del peronismo en el distrito?
-Sinceramente no creo que la gobernadora María Eugenia Vidal, que está enfrentando problemas históricos de la provincia con bastante decisión, como el de la policía bonaerense y la coparticipación, peleando el tema del fondo del conurbano, se meta en un tema como éste que tendría que ver simplemente con un tema de revanchismo político y ventaja partidista.
-Sin embargo, el oficialismo da vía libre al debate.
-Quizá a algunos les interese sacar ventaja, busquen dividir para quedarse con algo. Es como como si Juan Schiaretti quisiera dividir la ciudad de Córdoba porque es la intendencia más grande de la provincia, tiene más o menos la misma población que La Matanza, la segunda más grande del país, porque es de un símbolo político distinto. La ciudad de Córdoba, para la provincia, tiene un porcentaje mucho mayor de lo que representa La Matanza para la provincia de Buenos Aires. Que hay asimetrías en la provincia de Buenos Aires es obvio, como también hay asimetrías en Argentina con la provincia de Buenos Aires en sí misma.
-Entonces ¿por qué La Matanza?
-Supongo que habrá sectores que buscan sacar una ventaja partidaria. Dividirla para ganar algunos de esos distritos, lo que en Ciencia Política llamamos gerrymandering, que es armar distritos buscando objetivos electorales o partidarios. Pero creo que en la situación actual del país sería muy irresponsable plantear algo así.
-¿Se puede abordar la discusión en algún momento?
-Son discusiones que pueden darse pero hay que hacerlas con enorme consenso y, básicamente, con la participación popular. Creer que puede hacerse una especie de división de municipios en un tablero pasando por arriba del consenso político y de la opinión de la población, es absurdo en una Argentina muy distinta a la que es hoy.
-¿Qué implicaría la división?
-El costo de armar más distritos es obvio, porque cuadruplica los gastos sin ninguna duda pero no es el tema central. Del modelo que vi me preocupa que se crean distritos muy homogéneos, con lo cual los sectores de bajos recursos están como condenados a mantenerse ese estado. Hay muchas experiencias internacionales y algunas nacionales y de la provincia que desaconsejan armar distritos divididos entre los sectores más necesitados y los más acomodados. Eso genera un problema posterior y es cómo se sustenta tributariamente, si no se crean unidades que no se mantengan en el tiempo como sustentables.
-¿El modelo divide a ricos de pobres?
-Claro, divide en cuatro sectores, prácticamente de acuerdo al ingreso per cápita de cada distrito. Van los ricos con los ricos y los pobres con los pobres. Y ese no es el modelo que funciona en el mundo. Lo que funciona es que sean más sustentables vinculando a los que tienen más recursos con los que tienen menos.
-¿Desde el punto de vista de la organización política tiene alguna ventaja?
-Si esto tuviera que ver con abrir un debate general, del que participen expertos, una discusión que parta de la base, por ejemplo, de que en toda la provincia de Buenos Aires no tiene que haber unidades demasiado grandes, podría analizarse. Obviamente, siempre que haya gran consenso político y consultando a la población. Pero si simplemente yo agarro el principal distrito, que no gobierno, y lo divido para perjudicar a otro partido, sería muy raro. ¿Vamos a discutir solo la división de La Matanza o también la de La Plata y Mar del Plata, que son los municipios que le siguen en términos de población? Me parece mal que no haya un criterio homogéneo.
@gabyspepe