MARCHA FEDERAL. cRÓNICA DESDE

Una multitud heterogénea le reclamó cambio de rumbo al Gobierno y paro general a la CGT

Dirigentes sindicales, sociales, políticos y trabajadores marcharon a Plaza de Mayo en repudio “al tarifazo, los despidos y el ajuste”. Crónica desde adentro de una protesta que retumbó en Casa Rosada

Una multitud colmó este viernes la Plaza de Mayo y colapsó las avenidas de las inmediaciones para concentrarse en el marco de la Marcha Federal convocada por organizaciones políticas, sociales, sindicales y empresarias para protestar contra “el tarifazo, los despidos y el ajuste” que aplica el gobierno del presidente Mauricio Macri, a quien le reclamó un giro en el rumbo económico de su gobierno. Además, clamó por el llamado a un paro general, un pedido que tuvo como destinataria principal a la CGT unificada, que no participó en forma orgánica de la protesta y, horas antes, sus principales líderes se reunieron con los ministros Jorge Triaca (Trabajo), Francisco Cabrera (Producción) y Jorge Lemus (Salud).

 

La arquitectura general del acto, a cargo de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), cargó en sí misma un mensaje: se plantó un escenario en el centro de la histórica plaza y se lo ubicó de espaldas a la Casa Rosada, que desde el diez de diciembre de 2015 aloja al gobierno PRO y este viernes se encontraba vacía, producto del viaje oficial a la República Popular de China del titular del Ejecutivo.

 

Los oradores de la Marcha Federal, que comenzó el 31 de agosto pero esta tarde tuvo su cierre central en la Ciudad de Buenos Aires, fueron el secretario General de ATE Capital, Daniel “El Tano” Catalano; el titular de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, y el de la CTA Argentina, Hugo Yasky, ahora amigados tras años de enfrentamiento durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

 

Sin embargo, el protagonismo se lo llevó la multitud heterogénea, multisectorial que desde temprano colmó los alrededores de la plaza más emblemática de la República Argentina, que históricamente ha sido el escenario central de los reclamos al poder. La concentración en Buenos Aires comenzó el jueves por la tarde, con acampes en las vías de acceso al barrio de Puerto Madero, pero a nivel nacional se inició el miércoles con distintas manifestaciones en el sur, norte y centro del país. En efecto, la Marcha Federal fue convocada por seis columnas desperdigadas en la Patagonia, el NOA, el NEA, la región centro y la Capital Federal. Curiosamente, la protesta en la Ciudad se inició en Puerto Madero con acampes y cortes, pero uno de los vecinos del coqueto barrio porteño logró atravesar la manifestación y se presentó en la Marcha Federal. El ex vicepresidente Amado Boudou, recientemente procesado y embargado en tres millones de pesos por la compra de 19 autos de lujo por el delito de administración fraudulenta cuando era ministro de Economía del gobierno de Cristina Kirchner, no paró de sonreír para las fotos y fue de los primeros en llegar.

 

Diagonal Norte, cubierta de papeles y cerrada al tránsito, fue copada por columnas del Movimiento de Pensamiento Estudiantil que portaban banderas de Cuba, de Diego Armando Maradona y José de San Martín. Unos metros adelante, avanzaban la Agrupación Villera Piquetera, la Corriente Martín Fierro y el Partido Comunista.

 

La Cámpora, con una bandera que atravesaba el ancho de la calle con la leyenda “Libertad a Milagro Sala”, paró en Diagonal Norte y Bartolomé Mitre, con la diputada porteña Paula Penacca encabezando la columna. También, se ubicaron en esa arteria que llega a la Plaza de Mayo agrupaciones como Nuevo Encuentro y Peronismo Militante.

 

La Avenida de Mayo fue ocupada enteramente por militantes de la Túpac Amaru, la agrupación que lidera Sala, detenida el 16 de enero acusada de “instigación” de una protesta frente a la gobernación de Jujuy, provincia que gobierna el radical Gerardo Morales, a quien se lo acusa de mantener a Milagro como “presa política”. En paralelo, la diputada del Parlasur está imputada por fraude a la administración pública y asociación ilícita para desviar fondos destinados a la construcción de viviendas sociales.

 

En ese interín, un grupo de turistas brasileros preguntaban a los comensales del bar La London, de Avenida de Mayo y Perú, por la marcha. “¿Que está acontecendo?”, consultó una mujer del vecino país. Minutos después, desde el escenario principal de la marcha, un compatriota suyo, presentado como un sindicalista, le respondió: “Não devemos deixar que o governo avanço sobre trabalhadores” (“No debemos dejar que el gobierno avance sobre los trabajadores”).

 

En paralelo, un vendedor de remeras pedía a los gritos que le comprasen las últimas casacas porque “se agotan”. Al calor de una parrilla y ubicado al lado de un gazebo, el hombre se cansaba de repetir que las camisetas con el isologotipo de la petrolera Shell en burla al ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, la cara visible del tarifazo, “dejó de venderse luego del fallo de la Corte”. “Ahora sale la del perro y la de Crónica”, aseguró. La primera lleva una imagen de un can mordiendo la boleta del PRO y la segunda es la clásica placa roja del canal de noticias con la leyenda “Reiteramos. Mauricio Macri firme contra el pueblo”.

 

La calle Hipólito Yrigoyen, que bordea la plaza y la Legislatura porteña, quedó reservada para el Movimiento Evita y la Confederación de la Economía Popular (CTEP), dos organizaciones que coparon, en nombre del Papa Francisco, la marcha de San Cayetano, que se tiñó de contenido político y críticas al gobierno de Macri, como la movilización de este viernes.

 

El sindicalismo avanzó desde Diagonal Sur y se ubicó sobre Hipólito Yrigoyen a la altura de la plaza. Entre banderas y bombos, había trabajadores agrupados en la CGT, Camiones y SUTPA (peajes), el gremio de los canillitas. También, ingresaron al acto desde esa arteria militantes de la corriente MTD Aníbal Verón. A sesenta minutos del inicio del acto, con las palabras de Catalano, los baños de los cafés Gran Victoria y Von, ubicados en Bolívar y Diagonal Sur, explotaban de gente. La cola llegaba hasta la puerta de la confitería, en ambos casos.

 

Mientras los globos aerostáticos de los gremios docentes de CTERA y SADOP y los de la CTA y ATE tomaban vuelo, los distintos dirigentes políticos, sindicales y sociales se iban acomodando en el escenario. La división era clara: en el escenario central los organizadores y los “adherentes” (en su mayoría políticos) en los codos del escenario. Al mismo tiempo, un dron, curiosamente manejado por un joven con sombrero militar, recorría el ancho y el largo de las columnas de manifestantes, que la organización estimó integrada por más de 200 mil personas.

 

En el escenario principal estaban Micheli, Yasky, Catalano, el secretario General de UTE, Eduardo López; su par de SUTEBA, Roberto Baradel; el diputado nacional Edgardo Depetri y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. También, aunque en segunda fila, el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, y el presidente del PJ porteño y titular del SUTERH, Víctor Santa María, que se entretuvo bastante tiempo con su celular, escondido tras la espalda de Baradel. En los extremos del escenario se ubicaron dos docentes con historia en el Parlamento porteño: el ex legislador kirchnerista Francisco “Tito” Nenna y el diputado de La Alameda Gustavo Vera, que marchó junto a los sindicaistas Omar Plaini (Canillitas) y Pablo Moyano (Camioneros).

 

No obstante, quien mejor jugó a las escondidas fue el ex vicepresidente Amado Boudou. Alejado de la orgánica kirchnerista, se fue lejos del escenario y se ubicó en un codo del escenario copado por trabajadores de ATE, en el que también estaban los diputados nacionales Leonardo Grosso y Gastón Harispe.

 

En el codo ubicado sobre la Avenida Rivadavia se formó una tribuna variopinta: se agruparon desde el izquierdista Alejandro Bodart hasta el jefe de bloque del FpV porteño, Carlos Tomada, pasando por los radicales K Leopolodo Moreau y Gustavo López, que llegaron juntos, y el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. También, se anotaron en ese “codo los legisladores Gabriel Fuks y Pablo Ferreyra, Mariano y Héctor Recalde, Vilma Ripoll, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Filmus, Liliana Mazzure, Jonathan Thea y Jorge “Quito” Aragón.

 

PALABRAS DURAS. El acto central tuvo a tres oradores que cuestionaron duramente al Gobierno y las políticas del presidente  Macri. Catalano inició el acto portando una campera deportiva de Venezuela con una pechera de ATE, la central sindical que lidera en Capital. “No hay nada más democrático que los trabajadores peleando por sus derechos”, marcó. En ese sentido, le envió un mensaje al Presidente: “No vamos a negociar ni un solo puesto de trabajo de los compañeros despedidos”.

 

En tanto, el líder de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, afirmó que “más temprano que tarde vamos a construir ese paro nacional o cambian la política económica o acá va a haber lucha todo el tiempo con paro y movilizaciones a lo largo y ancho del país” e instó  a la “unidad y lucha” para “estar en la calle cada vez que quieran seguir metiéndole la mano en el bolsillo”. En ese contexto, el sindicalista dijo: “Ajuste, las pelotas; ajuste con el pueblo en la calle parándolo eso es lo que van a tener”.

 

Por otra parte, sostuvo que el Gobierno nacional quiere modificar las leyes laborales y apunta a una reforma. “Quieren avanzar en la reforma laboral”, atizó y pidió “estar atentos”. Además, adelantó que “va a seguir habiendo conflictividad social porque si no escuchan esta situación va a haber paro nacional”.

 

Hugo Yasky advirtió, a su turno, que “empezó la cuenta regresiva de ese paro nacional convocado por todas las centrales sindicales del país para decirle al Gobierno que hasta aquí llegó el ajuste”.

 

Karina Milei es la principal responsable de la estrategia electoral de La Libertad Avanza.
Javier Milei posa con participantes de Tech Forum Argentina en el Hotel Libertador.

También te puede interesar