PERONISMO PORTEÑO

El extraño juego de Santa María: blindaje, ruptura K y alianza con Larreta

El titular del PJ cuida a Cristina con sus medios, pero promueve el quiebre de la bancada kirchnerista en la Ciudad, donde teje un acuerdo con el PRO que enojó a Macri.

El miércoles 24 de agosto la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner citó al conjunto de los legisladores del Frente para la Victoria de la Legislatura porteña al Instituto Patria. En un encuentro que duró cerca de dos horas y tras un análisis del contexto social y político nacional, la ex mandataria les pidió “unidad”. Horas después, el titular del PJ de la Ciudad, Víctor Santa María, anunció en un explosivo tweet la ruptura de la bancada que conduce Carlos Alfonso Tomada y la formación de un nuevo bloque, integrado únicamente por los ediles que le responden y están ligados al peronismo y al sindicalismo local.

 

¿Qué cambió en menos de 24 horas? “Nada”, aseguran los diputados protagonistas de la foto que acompañó al mensaje que, nuevamente, hizo crujir al kirchnerismo porteño. Lo mismo responde el autor del mensaje por Twitter, que les pidió a sus espadas en el Parlamento que digan que se trataba de una “joda”. “Un chiste macabro”, retrucaron los ediles más identificados con el kirchnerismo duro y, desde hace meses, alineados tras la conducción del ex ministro de Trabajo.

 

Como explicó Letra P, los diputados María Rosa Muiños, Claudio Heredia y Silvia  Gotero se juntaron a almorzar en el restaurant El Cabildo de Buenos Aires cuando terminó la sesión ordinaria de este jueves de la Legislatura porteña. También participó como comensal Gabriel Fuks, que se retiró minutos antes de la llegada sorpresiva de Santa María. El jefe del peronismo local, se sentó, saludó, pidió una foto y se fue.

 

Ninguno de los fotografiados conocía el destino de la imagen ni pensaban que el titular del SUTERH la acompañaría con el mensaje de una flamante ruptura (“Almorzando con el nuevo bloque de la Legislatura #BloquePeronista por la #JusticiaSocial”).Todos se enteraron durante el plenario de las comisiones de Presupuesto, Desarrollo Económico y Planeamiento Urbano, donde se trató la “puesta en valor” del Autódromo de la Ciudad.

 

Desde hace meses, el bloque porteño del FpV está divido en dos grupos: cuatro diputados por un lado, ocho por otro. La decisión de suspender las reuniones de bloque se tomó para evitar más choques y preservar la unidad, aunque la bancada comenzó a funcionar como un interbloque, tal cual sobrevivió hasta el diez diciembre.

 

La jefatura de bloque en manos de Tomada cuenta con el aval de Cristina, que abrió las puertas del Instituto Patria en la tarde del miércoles 24 de agosto para mantener una reunión con todos los diputados K porteños. Ese encuentro lo organizó el ex ministro de Trabajo junto a Oscar Parrilli, que fue quien presentó a la ex mandataria con los ediles, aunque más de una vez confundió nombres y caras. Durante esas casi dos horas se habló de unidad, pero el jueves se debieron dar explicaciones sobre una quiebra anunciada por una red social.

 

La “joda” molestó a varios y enojó a los extremos del kirchnerismo local, desde Tomada hasta Juan Manuel Olmos, el aliado del sindicalista en el peronismo local que se sulfuró por la “desprolijidad”.

 

Lo curioso es que Santa María se vio con Cristina también en la jornada del miércoles. El encuentro fue posterior al de los ediles y estuvieron todos los dueños del diario Página 12: Ernesto Tiffenberg, Hugo Soriani, Jorge Prim y el propio gremialista.

 

La jugada del titular del peronismo porteño es extraña y a varias puntas. Por un lado, pone a disposición las plataformas de los medios de comunicación del Grupo Octubre para el kirchnerismo, pero al mismo tiempo fomenta un quiebre en el bloque de diputados porteños del FpV, donde la mayoría de los integrantes revindica la conducción de Cristina.

 

Su incursión mediática genera una grieta también en el PRO. Días atrás, el presidente Mauricio Macri le pidió a su sucesor en la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, que le explique por qué mantiene una alianza con Santa María, dueño de los medios desde donde salen las críticas más ácidas hacia el Gobierno nacional. El jefe de estado expresó molestia con la situación, pero tampoco puede no comprender una alianza con la que convivió en sus años como alcalde, aunque el hombre con quien eligió dialogar era Olmos. Curiosamente, lo mismo pensaba el ex secretario de Legal y Técnica de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, Carlos Zannini, que, a la hora de la discusión electoral por la Ciudad, dejaba todo en manos del ex titular de la Magistratura. “Te entrega todo cerrado y redondo”, les repetía el cordobés a quien cuestionaba esa postura.

 

El acuerdo entre Santa María y Larreta es por gobernabilidad, aunque se empezó a tejer antes de las elecciones. Más vale prevenir. Ni la fallida creación del Consejo de la Propiedad Horizontal pudo estropear ese acercamiento. El organismo se aprobó en diciembre pero por protestas vecinales y de los empresarios del sector, Larreta debió pedir modificaciones a esa normativa que ya había decretado. Le pidió al ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli, que retoque el expediente pero que también “cuide” la relación con el sindicalista. No lo logró y Santa María entró en cólera, se cruzó feo con el delegado de Larreta y debió intervenir el jefe de Gabinete, Felipe Miguel.

 

A pesar de que el Gobierno porteño instruyó a la Legislatura para que derogue la ley, la relación sigue sin mayores sobresaltos.

 

Rosario Romero y José Lauritto, juntos este miércoles en Concepción del Uruguay durante la presentación de la Fiesta Nacional del Mate que será en Paraná el 7 y 8 de febrero.
La hidrovía de Javier Milei

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