El sector que fue derrotado en la última interna para elegir el candidato a gobernador por el Movimiento Popular Neuquino (MPN), que posibilitó a Omar Gutiérrez disputar, y luego ganar, las elecciones provinciales, demuestra que para el año que viene –en el que la provincia elegirá a representantes en el Congreso– las viejas rencillas de la fuerza oficial volverán a definirse en un comicio previo. Según lo explicó el senador nacional, dirigente petrolero y cabeza de la Lista Azul y Blanca, Guillermo Pereyra, el sector irá “a internas para los cargos electivos”.
Mientras el proceso avanza, el ex (tres veces) gobernador Jorge Sobisch vuelve al ruedo y deja mensajes críticos a la actual gestión. Autodefinido como la renovación, recorre barrios y bucea en las redes sociales. “Quiero retomar las banderas políticas de mi partido, están demasiado cerca del gobierno nacional. Estuvimos junto al kirchnerismo y así nos fue. Esperemos que ahora no pase lo mismo”, cuestionó Sobisch cuando debutaba su cuenta de Twitter.
Esta declaración confirma la lenta proyección de otra representación en el MPN en contra de la lista Azul que fue respaldada por el entonces gobernador Jorge Sapag. “Esta es una línea fuerte en toda la provincia, que ha marcado su presencia en cada localidad que sigue recorriendo y que continúa en contacto con la gente”, aseguró Pereyra. Desde el armado que encabeza el dirigente sindical ligado a Hugo Moyano le explicaron a Letra P que sus definiciones no buscan “amedrentar” al equipo de Gutiérrez (presidente del MPN) pero “es una forma de marcar presencia”.
La división del partido es notoria. La familia Sapag, que hoy tiene a Luis Felipe y Alma Sapag en la bancada oficialista de la Legislatura, con histórica influencia dentro del Estado neuquino, mantiene distancia de Pereyra. Como describió este portal, el senador trató de “ñoqui” a Jorge Sapag por el cargo que desempeña en la estructura gubernamental: fue designado como coordinador Interinstitucional en el ámbito del ministerio de Gobierno y Justicia. “Con Jorge (Sapag) mantenemos la misma relación de siempre, una relación de hermandad de más de 30 años en esta causa, la causa política, la de defender y hacer grande a Neuquén”, expresaba por entonces Gutiérrez. “Sapag no es un hombre de mi partido. Él mandó a votar al Frente para la Victoria, en contra de los candidatos del Movimiento Popular Neuquino (MPN). Ya cumplió con su función de gobernador, ahora está de ñoqui porque no trabaja”, decía Pereyra.
El enfrentamiento tuvo su punto más alto cuando se desarrolló la interna del MPN, en 2014. En ese tiempo Sapag respaldó a Gutiérrez y Pereyra a un viejo conocido como Sobisch.
REAPARICIÓN. El tres veces gobernador busca “reflotar el espíritu” que le dio fundación al MPN. A través de sus cuentas oficiales deja imágenes en diferentes barrios –al estilo PRO– y mensajes para la actual conducción como la “verdadera” representación de los intereses neuquinos que le servirá llegar a dar pelea en lo que se viene.
El retorno se dio en un asado entre Sobisch y el intendente Horacio “Pechi Quiroga (Cambiemos). La repercusión le sirvió para volver a los medios. Así volvió a despegar luego del amargo intento de llegar a la Casa Rosada. “Si a Néstor (Kirchner) le iba mal, tenía en su cabeza que era su momento”, reconoce un importante armador del MPN que trabajó durante años en su equipo. Pero la muerte del docente Carlos Fuentealba terminó de sepultar el proyecto. Los mandatos provinciales, la gestión en la capital como intendente y la pobre elección para presidente en 2007 fueron las últimas apariciones estelares. La interna partidaria del 2014 parecía su última jugada hasta hoy.
Pereyra, quien fuera titular de la Secretaría de Trabajo de la provincia del Neuquén en tiempos de Sobisch gobernador, mantiene contacto tras el embate a Sapag en tiempos que se decidían las candidaturas para el Senado. “Puede existir algo”, reconocen. El tiempo, y los acuerdos, lo dirán.
