Malena Galmarini acompaña a Sergio Massa a todos lados. En el congreso provincial del Frente Renovador UNA que se desarrolló este fin de semana en Mar del Plata, estuvo sentada en primera fila y fue una de las personas que más flashes robó: quería ir a tomar un vaso de agua pero no paraban de pedirle fotos. "Dame un minuto, por favor", les suplicaba a hombres y mujeres que se le acercaban el viernes por la tarde en el Hotel Provincial, tratando de complacer a todos.
Impone presencia, no pasa desapercibida. Cuando habla, se hace escuchar, pero, a pesar de su fama de mujer dura, se muestra amable. Se le nota que admira a su marido, a quien aplaude mirándolo a los ojos cuando el diputado nacional grita al micrófono para darle tono de campaña a su discurso.
A mediados de agosto, Galmarini cumple dos décadas junto al tigrense y, con seguridad, le dice a Letra P que ella tiene mucho que ver con su crecimiento y desarrollo como dirigente político. "Cuando lo conocí, Sergio no era ni un proyecto de lo que es hoy", asegura, orgullosa.
El viernes, este portal quiso charlar con ella pero fue imposible. Malena no pudo zafar de la catarata de selfies que le reclamaron dirigentes y militantes de toda la provincia, en un interín del congreso en aquella ciudad balnearia. y lo mismo pasaría a la noche en el Hotel Sasso. El sábado hubo revancha: "Uy, te dejé colgado de ayer, perdón, ahora sí", se acordó, y respondió a las preguntas de este medio, con la Bristol de fondo.
- ¿Le gustaría que Massa cerrara con el PJ?
- No sé si quiero, pero, a ver, yo soy peronista... y lo decía el general Perón, no lo voy a decir yo: una cosa son los instrumentos para ir a una elección y otra cosa son los valores, los sueños, las construcciones colectivas que el peronismo de verdad encarna. Eso somos nosotros.
- ¿Qué responde a quienes dicen que ustedes se fueron del PJ?
- Cuando a mí me dicen eso... mirá, yo primero estoy adherida a los 16 años, afiliada a los 18... a mí del peronismo no me echa nadie. Cada uno tiene que estar en el lugar que lo convoca y a mí me convoca el peronismo. Creo que muchos de los que estamos acá -no digo a todos, porque éste es un espacio plural que, como dice Sergio, no solo abraza la causa de Perón y Evita sino también la de aquellos radicales de Yrigoyen, de Alfonsín- estamos para encontrar ese camino que hace de la Argentina un país con lugar para todos. Eso es lo que nosotros estamos buscando.
- ¿Todos los peronistas tienen lugar en el Frente Renovador?
- Si aquellos que se quedaron con el sello, con la sigla, con el aparato, prefirieron cuidar sus sillones, sus secretarias, sus choferes, entregando muchas de las cosas que nosotros creíamos y que creemos que son indispensables para el pueblo, quieren retomar la senda del buen peronismo, nosotros tenemos las puertas abiertas. Ahora, volver... uno no puede volver de donde nunca se fue.
- ¿Qué lectura hace de las últimas apariciones de Cristina? ¿Cómo la nota?
- La veo con el descanso de después de irte del poder. Pero la veo con la misma actitud política, con ese sesgo ideológico, con la poca o nula autocrítica, sobre todo de los últimos años. Con la misma agresividad, que no solo demuestra ella, sino habilitada y avalada a quienes la secundan. Yo creo que Cristina debería asumir que es una ex presidenta y, como una ex presidenta de un país democrático, debiera estar para aconsejar a aquellos que les toca hoy o en el mañana asumir ese rol. Pero bueno, también es una mujer joven que tiene una ideología y un proyecto; tiene todo el derecho a seguir empujándolo.
- ¿Puede rearmar al kirchnerismo?
- A mí me parece que quien llegó a presidente, el día después a lo sumo puede volver a su pueblo a ser intendente. Debiera dejarle el lugar a otros, otras, y sobre todo a los más jóvenes, que son los que tienen ideas más modernas, más progresistas, y ni hablar de la honestidad. Mirá, cuando las construcciones políticas se hacen alrededor de una persona, o de un "ismo", digamos, tienen etapas. Y como todas las etapas y procesos políticos que rodean a una sola persona, terminan y son de corto vencimiento. Yo puedo entender que a los argentinos que lo sufrieron y padecieron les puede parecer muy largo; aquella ultra minoría que sigue acompañándolos les puede parecer corto: la verdad que para la vida política del país es muy corto, más allá de que el daño puede ser muy profundo. Para hacerlo sucinto: cuando una construcción política se hace alrededor de una persona, de un nombre, tiene corto vencimiento. Creo que se terminó la hora, hay que volver a las bases del peronismo, tomar las bases del radicalismo también -quienes somos peronistas abrazamos las mejores causas de todos los espacios políticos-, y así tenemos que sacar el país adelante.
- ¿Tiene ganas de ser candidata?
- No, yo siempre digo que las candidaturas son un honor: cuando la gente te elige para una lista o un grupo político, que son tu familia, tus amigos, los que nos juntamos, vamos, venimos, pensamos, compartimos sueños colectivos, esperanza, la responsabilidad que la gente pone en vos. Cuando te pasan todas estas cosas, la verdad que es un orgullo y un honor. Yo no mato por ser candidata, no mato por tener un cargo.
A mí lo que me emociona del discurso de Sergio es esa fibra y esa vibra que tiene respecto de la defensa de los sueños colectivos, de los objetivos que tenemos todos, de la solidaridad, generosidad; está muy lejos del egoísmo, del ombliguismo. Eso me emociona y me enamora de Sergio. Con lo cual, si me toca a mí o si le toca a cualquier otro compañero o compañera, yo me siento representada. Y cuando no me sienta representada en un espacio político, que va más allá de lo que me toca a mí, sino de cuáles son los objetivos que alcanzamos, me voy.
Yo estoy muy cómoda en el Frente Renovador, más allá de ser la esposa de Sergio Massa. El jueves cumplo 20 años con Sergio Massa, con lo cual, cuando yo lo conocí, Sergio no era ni un proyecto de lo que es hoy. Y hay que preguntarle a él, pero también yo me considero parte de ese crecimiento, de este desarrollo y progreso de un dirigente político, que hoy es sin duda uno de los tres o cuatro más importantes de la Argentina.