Cambiemos

Vidal logró todas las leyes para gobernar con autonomía hasta fines de 2017

Fue gracias a su alianza con el massismo, que salió maltrecho de la jugada, aunque con varios cargos. El FpV y el PJ lograron por primera vez la unidad para fortalecer su rol opositor.

Transcurriendo los seis meses de gestión, María Eugenia Vidal logró todas las herramientas que buscaba para gobernar la Provincia sin la necesidad de recurrir a la legislatura, hasta diciembre de 2017 una vez ya pasada la eleccion de medio termino que reconfigurara la representacion parlamentaria.

 

Es decir, sin la necesidad urgente de buscar nuevas alianzas con los bloques de la oposición.

 

La decisión de pactar un “acuerdo de gobernabilidad” con Sergio Massa, una idea muy cuestionada por la UCR y algunos sectores del propio macrismo, terminó dando buenos frutos.

 

Fue una estrategia en línea con la presidencia de la Nación, ordenada por Vidal y su ministro de Gobierno, Federico Salvai, y accionada en el Parlamento, por el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca. 

 

Con su voto el Frente Renovador, ayudó a convertir en ley las emergencias de Seguridad y Servicio Penitenciario; de Infraestructura y finalmente, la Administrativa y Tecnológica.

 

El último capítulo de esta alianza se vivió este jueves, cuando el massismo no solo voto la emergencia, sino que además, habilitó la estrategia política de Cambiemos.

 

Fue el presidente de la Cámara Baja, Jorge Sarghini, quien avaló la moción de orden, pedida por Jorge Silvestre (jefe de la bancada Cambiemos), para que la ley se vote sin debate.

 

El ex ministro de Economía, apeló al reglamento, al indicar que efectivamente la mayoría había votado esa moción, pero dejó en evidencia, su incapacidad de conducir una Cuerpo que antes que legislativo, es político.

 

Sarghini, hombre de Massa, les negó la palabra a todos los bloques que querían manifestarse en contra de una ley del oficialismo. Antes, había aceptado que ese proyecto no pasara por ninguna comisión, contradiciendo lo que había prometido a comienzos de año, cuando afirmó que todos los proyectos serían tratados en las comisiones respectivas.

 

Pero al menos, conservó la Presidencia. Cuando la emergencia administrativa pasó del Senado a la Cámara Baja, llegó con una carpeta de reclamos por parte de los intendentes del Frente Renovador.

 

Hubo reuniones de los jefes comunales con Massa, los titulares de la Cámara y el ministro de Gobierno, Federico Salvai. Pero lo único que logró el massismo fue conservar la titularidad de la Cámara, que comenzaba a tambalear con la pelea.

 

En el Senado, donde también se había planteado un reclamo similar, aunque por parte de los legisladores del FR, se había logrado al menos un cargo menor, la Prosecretaría de Relaciones Institucionales, que sació la ambición del jefe de la bancada del massismo, Jorge D´Onofrio.

 

La “escandalosa” sesión de Diputados, donde no faltaron insultos y empujones, dejó varios efectos a futuro.

 

Uno, el inminente final del acuerdo legislativo Massa- Vidal. La gobernadora no precisa más leyes urgentes, y el massismo necesita despegar y ubicarse como sector opositor.

 

Los 126 pliegos de la Justicia que quedaron pendientes, no anticipan ningún conflicto inmediato, y el pedido de endeudamiento para sanear las cuentas del Banco Provincia, parece que se pospondrá para el próximo año.

 

En el caso del presupuesto provincial, siempre está el recurso de posponer el actual, ya que cuenta con un endeudamiento autorizado de 60 mil millones de pesos.

 

E incluso estirar esta situación hasta el recambio legislativo de 2017, cuando Cambiemos, si se consolida, puede llegar a sumar algunas bancas.

 

Al igual que el Frente Renovador, los aliados del FAP, que responden a Margarita Stolbizer, no salieron bien parados, ya que la prohibición del debate, los dejó sin poder marcar una posición menos oficialista. Incluso, el diputado Juan Cocino, titular de la Asociación del Personal Legislativo (APL) integrante de la CTA degenariasta, deberá ahora explicarle a sus socios sindicales porque voto una ley que habilita “dudosos” contratos de trabajo.

 

Un sector que salió beneficiado de la jugada legislativa, fue el peronismo. Los tres bloques en los que se divide esta fuerza en Diputados, llegaron al recinto con la sola intención de argumentar su postura opositora, en el marco de una fuerte movilización gremial.

 

Era solo una jugada para la tribuna, que incluía la dilación de la sesión, a través de algunas estrategias, para llegar a los discursos en el momento más caliente de la concentración sindical.

 

La moción de orden y la prohibición de la palabra, les dio la excusa perfecta para unificar una sola posición y mostrar una mayor visibilidad mediática.

 

Con la derrota electoral sobre sus espaldas y sin un líder que los contenga, los tres bloques del FpV (Camporismo) y el PJ en sus dos verdsiones, lograron mostrar por primera vez en el año, una sola posición, que fue de lucha.

 

Y dejar en evidencia que la idea de “diálogo” de la gobernadora, era bastante endeble.

 

En lo inmediato no hay posibilidad que ninguna de las tres facciones se unifique, pero al menos lograron una mayor exposición que la que hubieron logrado si efectivamente los dejaban hablar en el recinto.

 

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Martín Llaryora, gobernador de Córdoba.

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