La reunión de este lunes no fue una más. La discusión en el predio de la AFA se puso tan caliente que todo terminó con las reununcias de Daniel Angelici (presidente de Boca), Rodolfo D'Onofrio (River) y Matías Lammens (San Lorenzo). Los tres pesos pesados ya no forman parte del Comité Ejecutivo y ahora el proyecto de la Superliga se encamina a la fuerza.
Lo que buscan con esta maniobra es dejar a la Asociación del Fútbol Argentino acéfala, con lo cual el gobierno de Mauricio Macri debería intervenirla. Esto pasaría si continúa habiendo renuncias. Allí diría presente la Inspección General de Justicia (IGJ).
Lo que sucedió es que no hubo quórum para modificar el estatuto y tratar el plan de renovar el fútbol nacional con la creación de un nuevo torneo. Es que los dirigentes que representan al ascenso y apoyan a Hugo Moyano -presidente de Independiente- se retiraron. De esta manera no se pudo llevar a cabo la asamblea extraordinaria.
Antes, el español Javier Tebas, de la Liga de Fútbol de ese país europeo, había protagonizado una reunión con un grupo de dirigentes, para profundizar la idea del lavado de cara del certamen de Primera División, tan manoseado en el último tiempo.