Días atrás, el ministro de Producción de la provincia de Buenos Aires, Jorge Elustondo, presentó a los nuevos funcionarios para hacerse cargo de los puertos de Dock Sud y La Plata. De esta manera quedaron completados casi en su totalidad los planteles, en lo que a actividad portuaria respecta. Fue un trabajo con idas y vueltas que al gobierno de María Eugenia Vidal le llevó más de la cuenta.
Elustondo puso en funciones al delegado de Puerto Dock Sud, Luis Alberto Petrina y al nuevo presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata, el ingeniero José María Dodds. Semanas atrás había hecho lo propio con el Puerto Quequén, tras una serie de desentendidos producto de una disputa política entre el Momo Venegas y el PRO.
Recién el último día de febrero, o sea, a casi tres meses de haber asumido, Vidal presentaba a Héctor Marcelo Lobbosco, el flamante titular de la subsecretaría de Actividades Portuarias en la provincia de Buenos Aires, un contraalmirante de la Armada Argentina que fue pasado a retiro por la ex presidenta Cristina Kirchner, en 2013, junto a una treintena de altos jefes de la Fuerza Aérea y del Ejército. Por esa fecha, en los consorcios de gestión continuaban ejerciendo tareas los directores de la gestión Scioli.
A partir de allí, cada uno de los integrantes del consorcio debía nombrar un representante al consejo directivo del consorcio. Desde Producción aclaran que la designación de las personas es privativa de cada parte integrante y la administración es en conjunto. Lo concreto, es que con la designación de Lobbosco, comenzó una nueva negociación interna.
Para los gobiernos municipales de La Plata, Bahía Blanca, Quequén, San Pedro y Mar del Plata, tener el control político del puerto no es menor. Las ciudades que tienen puerto tienen una dinámica en donde el puerto incide políticamente de manera directa en muchísimas de las cuestiones de ese municipio. "No es la ciudad y el puerto, es la ciudad con el puerto", definió un diputado provincial, que en diálogo con este medio se mostró pendiente de cada una de las definiciones de Vidal.
En una de sus últimas presentaciones, Elustondo adjudicó a “la mala política” las reglas de juego con las que el conjunto de actores de los puertos tuvo que jugar. “Dimos vuelta la página, cambiamos y garantizamos que vamos a consensuar las reglas de juego, en un marco de previsibilidad y certidumbre”, agregó.
Tal vez el mayor sacudón que el ministro tuvo que soportar fue el episodio de Necochea. Es que en esa ciudad daban por hecho a principios de abril que José María Dodds asumiría la presidencia del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, representando al poder Ejecutivo provincial. Incluso Elustondo se había sacado una foto con él, presentándolo. Pero la influencia del hombre fuerte de Necochea y aliado al macrismo, Gerónimo Venegas, pudo más. El gremialista puso el grito en el cielo porque ya le habían bajado a su candidato, y a partir de ahí las negociaciones se pusieron calientes. Hubo quienes aseguraron que el Momo se comunicó con el Presidente de la Nación, Mauricio Macri, y que el jefe de Gabinete Marcos Peña dio la orden de congelar el nombramiento.
La novela terminó con el nombramiento de Arturo Rojas, quien finalmente quedó a cargo de esa terminal portuaria especializada en la comercialización de granos. Fue una victoria del titular de UATRE.
Durante este año también fueron designados Pablo Pussetto y Horacio Frangi, para controlar los consorcios de los puertos de Bahía Blanca y San Pedro, respectivamente. En Mar del Plata continúa a cargo Jorge Hidalgo.
Desde el ministerio que comanda el radical Elustondo explican que de esta manera tienen casi todo resuelto. Solamente falta designar la persona a cargo de la delegación del puerto de San Nicolás, cosa que se resolverá en los próximos días porque está en estudio aún, advierten.