La paz alterada entre el Frente Renovador (FR) y Cambiemos en la Cámara alta bonaerense tiene un apuntado: el jefe de la bancada massista, Jorge D’Onofrio. Al titular del bloque se lo indica como responsable de hacer temblar el acuerdo que el diputado nacional y líder del FR, Sergio Massa, tejió con la gobernadora María Eugenia Vidal.
La semana pasada, el bloque del Frente Renovador no bajó a la sesión porque el espacio no había conseguido el control de la poderosa comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdos (ACA). Esa presidencia fue para el oficialismo en la figura de la senadora por la Sexta sección, Nidia Moirano enfrentada –con denuncias penales de por medio- con quien supo ser el armador del massismo en Bahía Blanca, Dámaso Larraburu, de estrecha relación con D’Onofrio.
La interna de Bahía Blanca bajó con fuerza a la disputa legislativa que se exteriorizó la semana pasada en el senado bonaerense a la hora de discutir el reparto de las comisiones. Como se supo, el Frente Renovador quería la comisión de ACA; pero el oficialismo no estaba dispuesto a ceder ese lugar, y ubicó allí a Moirano, una ex denarvaísta mudada luego al macrismo.
Pero el motivo oculto por el cual el jefe del bloque del Frente Renovador reclamó ACA, fue el pedido de Dámaso Larraburu, uno de los ex directores del Banco Provincia y quien ofició de armador massista en la Sexta.. Larraburu -que quiso ser intendente bahiense pero no llegó siquiera a la candidatura- había denunciado penalmente a Moirano por la supuesta adquisición irregular de unos terrenos. “Quiero ver presa a Nidia Moirano”, disparó en 2014 cuando la denunció.
Pese a que ya no milite para Massa, Dámaso mantiene una estrecha relación con D’Onofrio. Pero el que garantiza el acuerdo de Cambiemos con el Frente Renovador es Jorge Sarghini, el presidente de la cámara de Diputados. Al interior del massismo, el jefe del bloque +A en el senado provincial quedó desacreditado. “Lo cierto es que a ellos le dieron cinco comisiones en el Senado y cada comisión maneja una cierta cantidad de módulos; está lo económico detrás de todo esto también”, dijo un senador oficialista luego de la interfencia desatada entre su espacio y el massismo.
En el bloque mismo del Frente Renovador reconocen que el jefe de la bancada no supo continuar la negociación y el consecuente acuerdo que tuvo durante los años de Gabriel Mariotto en el Senado. “A Mariotto siempre le votamos todo”, reconocen los massistas.
El antecedente más visible fue el rol que D’Onofrio tuvo en la Comisión Candela, el espacio creado por Mariotto –por orden del kirchnerismo- para estudiar lo que había sido la investigación judicial por el secuestro y crimen de la niña Candela Sol Rodriguez y marcarle la cancha al entonces gobernador Daniel Scioli. El informe final había pedido la exoneración de la cúpula de la policía bonaerense. D’Onofrio había tenido un papel protagónico en la decisión final y se encargó durante todo el trabajo de aquella Comisión remarcar las falencias del accionar tanto judicial como de la policía bonaerense.
En Cambiemos explican que, además de las cinco comisiones para presidir, al massismo le dieron el control de Presupuesto e Impuesto. “Eso nunca pasó, es una comisión que siempre tuvo el oficialismo y ahora es de ellos”.
Por el berrinche, Vidal deberá esperar para avanzar en la emergencia administrativa. La estrategia era que ese proyecto que dispone una reforma en la materia entrara por el Senado. Será los próximos días, pero mientras no se reconcilien los dos sectores difícilmente se trate. Por su parte, el oficialismo buscará acuerdos con los otros bloques. Con la bancada Justicialista, la relación es aceitada: le dieron la vicepresidencia tercera de la Cámara y el control de Legislación General.
Si consigue ese respaldo ya tiene los 9 votos que le podía aportar el Frente Renvoador. Es decir que si D’Onofrio no recompone relaciones, el massismo puede quedar marginado en futuros acuerdos.