El intendente de Quilmes, Martiniano Molina, todavía no encuentra salida a la crisis política que se inició días después de haber asumido en el cargo. Llegó al gobierno sin estructura propia y ahora sufre la sangría de funcionarios que no lograron a asentarse en sus cargos. La oposición le achaca además que puso a su hermano como asesor y el doble rol que tiene el diputado provincial por Cambiemos, Fernando Pérez. Este martes renunció el jefe de gabinete, ex funcionario del gobierno de la dictadura.
“No hay gestión; necesita plata y equipo y no tiene ninguna de las dos”, le dice a Letra P un concejal opositor sobre los días que atraviesa Molina al frente del municipio de Quilmes. Al cocinero y ex jugador de la selección argentina de Handball ya se le fueron dos funcionarios claves en el organigrama local: el secretario de Seguridad, Federico Peña, pasó a Provincia bajo la órbita del ministro bonaerense, Cristian Ritondo. El secretario de gobierno y también diputado provincial, Fernando Pérez le presentó la renuncia días atrás pero lo pudo retener y este jueves se informó la salida del jefe de gabinete Ariel López.
La renuncia de López se sustenta en la ley provincuial14656 que establece en uno de sus artículos que no podrá ingresar al estado quien “haya ejercido cargo de titular de los diferentes poderes ejecutivos, ministros, secretarios, subsecretarios, asesores o equivalentes en cualquier dependencia del Estado nacional, provincial o municipal, en períodos de interrupción del orden democrático”. El ahora ex jefe de gabinente fue Director de Prensa de la localidad de Berazategui entre los años 1981 y 1983; así lo reconoció en declaraciones a Diario Popular. “Todo lo que se supo de la barbarie fue después”, admitió sobre sus días como empleado de la intervención militar en Berazategui.
Como parte de un acuerdo que el PRO tejió con la UCR, el diputado provincial por Cambiemos, Pérez también había sido nombrado como secretario de gobierno. Algunos dirigentes como el ex senador provincial de Quilmes –pese a que en las últimas elecciones fue de candidato por la Séptima sección electoral, es decir la región centro del interior bonaerense- Alberto De Fazio había sido uno de los que más cuestionó el doble rol de Pérez.
En el municipio sostienen que Pérez se iba porque Molina no había respetado una serie de acuerdos. Para oxigenar esa situación, el que intervino fue el senador por la Tercera sección Eduardo “Rulo” Schiavo. Su intermediación calmó los ánimos de Pérez que finalmente continuará en su cargo.
A Molina además le achacan que haya puesto a su hermano, Tomás, como Secretario General de gobierno. “El hombre fuerte del gobierno es el hermano; él llegó al municipio sin nada, sin estructura”, detalla un concejal.
Además aseguró que “todavía al 31 de enero el municipio no giró ninguna orden de compra; lo único que hicieron fue pintar algunos cordones y el bacheo de algunas calles, pero mucho más margen no va a tener para seguir apareciendo en las fotos”, explicó el mismo opositor.