Para este lunes a las 9:45 estaba pautada una nueva reunión de Gabinete bonaerense, con la particularidad de que en esta ocasión iba a decir presente también el presidente Mauricio Macri. Por eso, desde muy temprano, en la Casa de Gobierno se respiró un aire distinto: mucho movimiento, fuerte presencia policial y hasta perros rastreadores de explosivos caminando por los pasillos.
El clima se fue enrareciendo con el correr de los minutos, porque las puertas linderas al Salón Dorado -el lugar elegido para llevar adelante la reunión-, comenzaron lentamente a bloquearse con personal de seguridad, quienes cumplieron al pie de la letra con la orden de aislar a los periodistas, negándoles la posibilidad de cruzarse con los funcionarios.
Ni siquiera los trabajadores de prensa acreditados -que habitualmente frecuentan día a día en la Sala de Periodistas- tuvieron acceso a los pasillos. Es más, llegada la hora de la reunión, la orden que recibieron por parte de Presidencia fue la de desalojar los puestos diarios de trabajo para ir a encerrarse en el Salón de Usos Múltiples.
"Pedido de Presidencia", fue lo que indicaron desde Gobernación. Por eso, los alrededores del Salón Dorado se despoblaron, allanándole el camino primero a los ministros y luego a Macri y Vidal, que encabezaron una reunión formal de Gabinete en la que no hubo mayores anuncios.
Al mismo tiempo, un grupo de periodistas se quedó en el SUM aguardando la finalización de la reunión, con la promesa de que habría una conferencia de prensa con algunos ministros. Otros, se quedaron en la Sala. Ambos grupos, encerrados, sin la posibilidad de ir hacia ningún otro lugar del edificio.
La reunión duró alrededor de una hora, y según pudo saber Letra P, se trató simplemente de un encuentro formal en donde se celebró el trabajo en conjunto y la cooperación mutua entre Nación y Provincia. Cuando terminó, cercanas las 11, Mauricio Macri y María Eugenia Vidal salieron por calle 53. Ambos se dirigieron a realizar un acto de gestión en Esteban Echevarría.
Las escenas que se vivieron en Gobernación sorprendieron a los periodistas, acostumbrados a dialogar sin inconvenientes con los funcionarios que así lo deseen, principalmente en el patio del estacionamiento, al momento de la entrada o salida de las reuniones y encuentros. Esto, sumado a la promesa de campaña de Cambiemos, quienes anticiparon un trato amigable con la prensa para diferenciarse del kirchnerismo. Fue el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, quien en diciembre pasado dijo que "hoy termina la guerra contra el periodismo en la Argentina”.
En La Plata, el vocero oficial de todo lo que pasó este lunes fue el Secretario de Comunicación bonaerense, Federico Suárez, quien se refirió al encuentro como "una muy linda reunión de Gabinete, con un mensaje positivo de Mauricio."