La Legislatura porteña aprobó en este miércoles forma definitiva la ley que autoriza construir una nueva traza de la Autopista Arturo Illia, desde su empalme con la avenida 9 de Julio hasta la actual estación de peaje, a los efectos de permitir la reurbanización e integración de las villas 31 y 31 bis en el barrio de Retiro.
En lo que actualmente es la traza de la autopista urbana se proyecta hacer un gran espacio verde lineal de 1.300 metros de extensión. Para eso se prevé construir un nuevo trayecto de la autovía, de 1.900 metros de largo, dos puentes y otras obras de infraestructura.
La iniciativa legal autoriza la afectación correspondiente de terrenos. Ya había tenido una primera aprobación y luego se realizó una Audiencia Pública. Este miércoles se aprobó en sesión especial por 35 votos a favor (del PRO, la Coalición Cívica, Confianza Pública y Partido Socialista), 19 votos en contra (FpV, SP, CNM, PSA, Suma+, PTS, FIT, AyL) y 3 abstenciones (BP).
Los funcionarios del Poder Ejecutivo aseguraron en la Audiencia Pública y en las reuniones de las comisiones de Tránsito y Transporte y de Planeamiento Urbano, que toda la planificación de las obras se hacen con la participación de los vecinos.
Un artículo de la norma votada hoy dispone que el Gobierno de la Ciudad deberá garantizar una solución habitacional definitiva para los habitantes que resulten afectados por la traza de vinculación de la Av. 9 de Julio y la AU Arturo Illia, tomando como referencia parámetros establecidos en la Ley 3.343 (que es la ley de urbanización de las villas 31 y 31 bis).
Con la reurbanización de las barriadas 31 y 31 bis se busca integrarlas al resto de la Ciudad. Esto involucra a unos 32.000 vecinos, cuyos representantes participaron de más de un centenar de talleres y reuniones, mediante un modelo participativo en el que hay 129 delegados de la gente. A su vez, trabajadores sociales hicieron relevamientos socio-demográficos. Se sabe que el 80 por ciento de los habitantes carece de cobertura médico asistencial, que de quienes trabajan más de la mitad lo hacen en la informalidad y que también hay necesidades insatisfechas en materia de educación.