Política

En la Ciudad, Larreta es el que más arriesga en la renovación legislativa

De los 60 ediles, 25 se juegan su continuidad. Cinco ya no pueden repetir porque atravesaron dos mandatos, por lo cual son 30 los escaños a renovar. El PRO es el bloque que pone más en juego.

Tras un extenso y complejo año parlamentario, la Legislatura porteña cierra sus puertas este 2016 y se prepara para encarar un 2017 muy distinto: se prevé una disminución del trabajo legislativo y una feroz competencia por la renovación de bancas, en la que el PRO tendrá la mayoría de los escaños en juego.

 

Aún sin el panorama claro en torno a cómo serán las elecciones porteñas, los espacios políticos empiezan a mostrar las primeras cartas y tantear alianzas. El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta aún no definió si persistirá con la idea de mantener el esquema desdoblado o se inclinará por la unificación con la elección nacional, situación que le aportaría cierta ventaja si consigue, Mauricio Macri y Fabián “Pepín” Rodríguez Simón mediante, que Elisa Carrió represente a Cambiemos como la primera candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires.

 

Ante la posibilidad de que el embajador argentino en Estados Unidos, Martín Lousteau, decida competir en 2017, el larretismo preferiría pegar la elección legislativa porteña a la nacional, para aprovechar una hipotética tracción de votos, si la chaqueña acepta esa jugada. Si se unifican los comicios, los porteños deberán elegir el mismo día a sus representantes en la Cámara baja y en la Legislatura porteña. En caso de mantenerse el esquema desdoblado sólo se votarían ediles.

 

Sin embargo, existiría otro inconveniente si la elección nacional y la porteña se hicieran el mismo día. ¿Con qué método de votación se haría el acto eleccionario? En 2015, los capitalinos lo hicieron con la Boleta Única Electrónica (BUE) sin mayores sobresaltos. En 2016, la intención de Macri de llevar ese sistema a todo el país, mediante la ley de Reforma Política, naufragó en el Congreso y tiene pocas chances de aprobarse en un año electoral y, menos aún, de poder aplicarse. A su vez, Larreta no pudo avanzar con el Código Electoral porteño. Ante este marco, si se unifica la elección, podrían suceder dos cosas: que se vuelva al sistema tradicional de boleta papel o que se vote con dos sistemas el mismo día. El gobierno evitaría esta última situación porque conllevaría una desprolijidad que afectaría el recuento de sufragios.

 


 

A pesar de todas estas incertidumbres electorales, treinta diputados porteños saben que a fines de 2017 deberán abandonar sus bancas o comenzar un nuevo mandato, debido a que consiguieron renovar el escaño. Únicamente los legisladores macristas Carmen Polledo, Alejandro García, Juan Pablo Arenaza y Roberto Quattromano no podrán renovar su espacio porque ingresaron al edificio de Perú 130 en el año 2009. Serán bajas sensibles para el oficialismo. Polledo es la vicepresidenta primera de la Casa y tiene vínculo directo y el apoyo de Rodríguez Larreta. García es el presidente de la estratégica comisión de Presupuesto, la cual, mediante una buena relación con la oposición, controla sin problemas y desde la cual consiguió aprobar el presupuesto de la Ciudad en los últimos tres años. Su lugar lo ocuparía Paula Villalba, ligada al ministro de Producción de la Nación, Francisco “Pancho” Cabrera.

 

Arenaza, del riñón de Patricia Bullrich, se va con una victoria bajo el brazo: la reforma de la ley de Seguridad Pública y la creación de la Policía de la Ciudad, encomendadas por Larreta. En tanto, Quattromano responde al ministro de  Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, que buscará engrosar su poder en el Parlamento el año próximo.

 

En total, el PRO pone en juego 13 bancas. Nueve podrán buscar la reelección, aunque se sabe que Larreta ya vetó a algunos. Los macristas que pueden iniciar un segundo mandato son Agustín Forchieri, Victoria Roldán Méndez, Claudio Calciano, Octavo Calderón, Natalia Persini, Esteban Penayo, Benigno Raposo Varela y Cristina “la Vasca” García. A esta lista debe agregarse la banca que ocupó hasta el 21 de diciembre de 2016 la legisladora Cecilia De La Torre, que falleció a los 54 años. La edil tenía amistad con el presidente Macri y era muy respetada en el Parlamento local. En la última sesión de 2016, se aprobó la ley de Acceso a la Información Pública, que trabajó De La Torre. A modo de homenaje y respeto, todos los diputados hicieron un minuto de silencio; también, al tratarse la ley, cada edil hizo un espacio de su discurso para recordarla. Su lugar sería ocupado por Clodomiro Risau, quien fuera interventor del PRO en las provincias de Formosa y Corrientes.

 

FpV. Tras la fractura a mitad de año, el Frente para la Victoria perdió tres diputados en primer término y luego un cuarto, que decidió formar un monobloque. El bloque K, que conduce Carlos Alfonso Tomada, posee ocho ediles y a la mitad se le vece el mandato: José Cruz Campagnoli (Nuevo Encuentro), Lorena Pokoik, Pablo Ferreyra y Magdalena Tiesso, que asumió tras el fugaz paso de Jorge Taiana por la Legislatura.

 

Los peronistas María Rosa Muiños y Gabriel Fuks asumieron en 2013 junto a esos legisladores, pero en 2016 se alejaron de esa bancada. La diputada formó y preside el Bloque Peronista, junto a Claudio Heredia y Silvia Gottero (asumieron en 2015), mientras que el ex titular de Cascos Blancos preside el monobloque Corriente Nacional de la Militancia.

 

Claudio Palmeyro, el legislador ligado al secretario General de los peones de Taxi, Omar Viviani, culminará a fin de 2017 su mandato de ocho años: ingresó en 2009 y fue reelecto en 2013. Siempre integró la boleta del FpV en los comicios, pero al ingresar al recinto porteño encabezó el monobloque Sindical Peronista.

 

(DES) UNEN. En 2013, el frente UNEN se presentó en la Ciudad y asumieron ocho legisladores divididos en distintos bloques: SUMA +, Coalición Cívica, Partido Socialista Auténtico, Confianza Pública, Proyecto Sur, Partido Socialista. Podrán renovar Hernán Rossi, Juan Nosiglia y María Inés Gorbea (todos de SUMA +), Paula Oliveto (Coalición Cívica), Hernán Arce (Partido Socialista), Javier Gentilini (ingresó por Proyecto Sur y ahora representa al Frente Renovador), Adrián Camps (ingresó por el PSA porque María Eugenia Estenssoro renunció a su banca en 2015) y Gustavo Vera (Bien Común).

 

Sobre el fósil de UNEN, que duró muy poco en el Parlamento local, se construyó ECO, con Lousteau como referente. A excepción del peronista Gentilini y de Vera, el resto acompañó a ECO en 2015, a pesar de que en 2016 repitió el mismo esquema que en 2013: ingresaron a la Legislatura en diversos bloques.

 

También buscará renovar su banca la jefa de bloque de Confianza Pública, Graciela Ocaña. Ingresó en 2013, elección en la que cosechó buenos resultados y la que participó con una boleta corta (sin candidatos a diputados nacionales).

 

El Frente de Izquierda obtuvo una banca en esos comicios y quedó para el representante del Partido Obrero Marcelo Ramal. Debido al acuerdo de rotación de bancas que suscriben las agrupaciones que integran esa alianza, Ramal dejó el cargo a Patricio Del Corro (PTS) en 2015. Curiosamente, volvió a asumir y tendrá mandato en 2019, porque fue candidato en las listas de la izquierda del año pasado. El lugar del edil Del Corro lo ocupa actualmente Laura Marrone, que seguirá hasta el 10 de diciembre de 2017.

 

Leandro Busatto se despegó del rechazo del peronismo a la reforma constitucional.
Axel Kicillof y Maximiliano Pullaro 

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