Las pymes tecnológicas agrupadas en CADIEEL advirtieron que el nuevo plan de compras de computadoras educativas se perfila como “un nuevo retroceso para la industria argentina pues afectará el proceso de integración productiva” y solicitaron ser recibidos por los titulares de las carteras de Educación y Producción, Esteban Bullrich y Francisco Cabrera.
En una carta dirigida a ambos ministros, los fabricantes pusieron de relieve su “profunda preocupación” ante un plan que “prevé una compra global de 750.000 computadoras educativas” a las que se les exigirá una integración nacional “sensiblemente menor al excluir, entre otras partes de producción nacional, las placas madre, memorias, cargadores, baterías y conductores.”. Según supo Letra P, la licitación de inminente salida ya tiene un atraso de un mes y medio. “Entendemos por la información que cosechamos que la misma tendrá cupos de importación y, además, aquellas máquinas que se compren en el país tendrán menos partes nacionales”, explicó a este medio Guillermo Freund, titular del área de electrónica de Cadieel.
Para CADIEEL esta situación revierte “el proceso de integración productiva iniciado en 2010 que llevó a las Pymes a concretar numerosas inversiones en materia de equipamiento y recursos humanos” y señaló que “sólo entre las cuatro fábricas de cargadores y baterías se realizaron en este período inversiones cercanas al centenar de millones de pesos y se crearon alrededor de 300 empleos de alta calificación técnica”. En ese sentido, alertó que esos empleos “hoy están en riesgo junto a los miles de puestos de la industria de equipos informáticos amenazados por la apertura indiscriminada de importaciones” derivada de la baja de aranceles y que se estima pone en riesgo un ecosistema productivo de más de 12.000 trabajadores.
Fuentes de la cartera que conduce Bullrich dieron su versión de los hechos a Letra P: “Hubo un esfuerzo mancomunado entre Educación, Producción y los fabricantes locales para mejorar las condiciones de compra de los dispositivos. El presupuesto es de casi 2500 millones de pesos para comprar 580.000 computadoras nacionales y 58000 extranjeras (a precios que oscilan entre 240 USd y 215 Usd). Se confía en llegar a una rebaja de alrededor de US$180 o US$190 con respecto a la última compra realizada por la gestión anterior”.
Los fabricantes explicaron que el costo de integrar las partes nacionales en los equipos representa “apenas un siete por ciento sobre el costo de la máquina” y detallaron que ese porcentaje incluye salarios, cargas sociales, impuestos locales, costos operativos, amortizaciones y la rentabilidad.
Esta situación se da en el marco de una crisis de ventas de la industria tecnológica, que agrega además la baja de los aranceles para el ingreso de computadoras importadas. En este sentido, la última encuesta elaborada por CADIEEL reveló que en la comparación de los primeros nueve meses del año con respecto a 2015 el 40% de las empresas del rubro indicó que disminuyó su facturación en un 30% promedio; el 35% achicó la plantilla de personal en un 20% promedio y un 51% de las firmas redujo su producción.