El Frente Renovador tratará de no repetir la muy pobre performance que tuvo en la elección pasada en la ciudad de La Plata, cuando José Arteaga encabezó la lista de candidatos a concejales.
Después de la experiencia de cinco nóminas en las PASO y una mayoría forzada para quien sólo obtuvo el 4% de los votos, sin abrir las listas a las minorías, las heridas lejos están de haber cicatrizado.
Arteaga, quien ya no cuenta con el apoyo total de “La Fundación” de diputado provincial Juan Amondarain –que ha tenido un año plagado de trabajo en un bloque provincial de compleja interna-, ve que se está cumpliendo el peor de los pronósticos: todo el arco interno del espacio que lidera Sergio Massa se está juntando en su contra. Es que el concejal platense, en 2013, en el momento en que la ola massista estaba en su pico más alto, obtuvo el 31,4% de los votos, imponiéndose holgadamente sobre la lista del entonces intendente de La Plata, Pablo Bruera. Sin embargo, en 2015, cuando debía defender las banderas del partido, quedó en tercer lugar, con el 15,87%.
Mientras el bloque de concejales de La Plata exhibe una precaria unidad, el presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Sarghini, cumple con todo lo que Massa le pide, pero no se mete casi en ninguna interna.
Y el diputado nacional Raúl Pérez no aparece en los eventos locales, salvo el último 17 de noviembre, cuando reclamó diálogo para generar confianza antes del proceso interno.
Lo que se vio en esa peña, organizada por varios grupos del FR, es que todos se sienten con derechos, todos hablan con Massa y casi ninguno ve en Arteaga la capacidad de realizar una convocatoria a la unidad. Menos todavía, con la fuerza necesaria para hacer una lista única.