El homenaje a Néstor Kirchner a seis años de la muerte del ex presidente fue este jueves, en Río Gallegos, el marco para la reivindicación, por parte de las agrupaciones K, del liderazgo de Cristina Fernández. Más: frente al mausoleo donde descansan los restos del ex mandatario, en el cementerio local, se sintió el incipiente clamor por una candidatura que permitiría devolver a la ex jefa de Estado al centro de la escena y, al mismo tiempo, descomprimir la interna nacional y bonaerense del peronismo: CFK senadora por Santa Cruz.
“Tenemos que ponernos objetivos comunes y juntarnos para la grandeza de Santa Cruz, particularmente en un momento tan difícil en el que nos están ignorando como provincia”, apunta a Letra P Roque “El Bicho” Ocampo, el candidato de la lista única que se consensuó con la mayoría de los sectores para presidir el PJ santacruceño en las elecciones del próximo 6 de noviembre.
El dirigente es uno de los que se esperanza con ver la foto de Cristina en una boleta del año próximo. “Sería ideal”, se entusiasma.
La cuna kirchnerista no será un territorio fácil en las próximas elecciones. Eduardo Costa, el líder radical de Unión Para Vivir Mejor, tiene mandato como diputado nacional hasta 2017 y el año pasado sacó casi el 39 por ciento de los votos.
Ocampo es un histórico del peronismo santacruceño con llegada a la “vieja militancia” y a los jóvenes de La Cámpora. En la campaña electoral que puso en una boleta por primera vez al hijo de los ex presidentes, Máximo Kirchner, El Bicho oficio de mediador entre los grupos para definir la estrategia. Y este jueves, por la mañana, participó del acto que organizaron Los Muchachos peronistas, que conduce el empresario y ex chofer de Néstor Kirchner Rudy Ulloa, en el barrio el Carmen y luego del homenaje “oficial” con todos los sectores del Partido Justicialista en el imponente mausoleo que el empresario detenido Lázaro Báez construyó para su amigo.
A VOLVER. Cientos de personas se reunieron en el cementerio de Río Gallegos, la ciudad que vio crecer al ex presidente y que catapultó su carrera política. La Cámpora, Kolina, Propongamos un sueño (del vicegobernador Pablo González), La Néstor (del titular del Instituto de la Vivienda, Pablo Grasso) y las unidades básicas de Río Gallegos colmaron con gente, bombos y banderas los alrededores del mausoleo.
Miriam Aguiar leyó un documento consensuado, en el cual convocaron a los militantes a persuadir “a los que aún creen en las pantallas de TV” y remarcaron que la “conductora” es Cristina. Antes de que terminara, los militantes irrumpieron con el clásico canto de “Vamos a volver”.
Apenas finalizado el acto, el vicegobernador González fue más directo con respecto a la necesidad de que el peronismo se encolumne detrás de CFK. “Es la líder de la oposición. Lo dijeron 50 intendentes el otro día del grupo Esmeralda, Lavalle, Santa Fe, Callao, Córdoba, no sé cómo se llaman, que hasta hace poco estaban con nosotros”, ironizó.
“El otro día, en una reunión, lo dijo (el intendente de Lomas de Zamora, Martín) Insaurralde, por ejemplo. La figura de Cristina es insustituible, crece cada día y la gente la valora cada día más”, completó frente al mausoleo.
En la previa, la convocatoria más fuerte fue de Propongamos un sueño. Se destacó la presencia de militantes de La Cámpora y de la agrupación local de Pablo Grasso, el ex intendente interino que perdió las elecciones para renovar mandato frente al radicalismo, en la alianza Cambiemos local.
Kolina, la agrupación de la gobernadora Alicia Kirchner, también tuvo una fuerte presencia. Hubo en un balcón del cementerio hasta una bandera del intendente de José C. Paz, Mario Ishii, aunque Letra P no encontró ni al cacique del conurbano ni a ninguno de su seguidores.
Se sabía que ni Alicia ni nadie de la familia Kirchner iba a participar de los actos. La presencia de los distintos sectores del oficialismo santacruceño aportó a “un compromiso hacia el futuro”, como señaló uno de los dirigentes a este portal, y no al homenaje personal.
DE LA TRISTEZA A LA ARENGA. Por ley provincial, el 27 de octubre es feriado provincial. La ciudad amaneció en calma, con algunos pasacalles en diferentes puntos de la capital provincial. No hubo actividad en el sector público, que concentra el 80% del empleo de la capital, y algunos pocos locales privados y comercios abrieron sus puertas.
Frente al mausoleo estuvo sentado desde temprano el ministro de Gobierno y miembro de La Cámpora, Fernando Basanta, junto a un puñado de militantes que responden a Máximo Kirchner. Hasta las 15, el homenaje tuvo un aire solemne. “Vengo porque no vamos a tener otro presidente igual”, dijo a Letra P Esteban, un hombre de unos 40 años que pasó solo, miró un rato el edificio de cemento oscuro y siguió su camino.
Pero a las 16 el clima se transformó. De a poco llegaron personas con banderas que empezaron a colgar de los balcones alrededor del mausoleo y comenzó el hormigueo de los organizadores. Al rato, la agrupación de Pablo González ingresó una bandera de unos 15 metros frente a la reja perimetral. Funcionarios, diputados y dirigentes se acomodaron en las escalinatas y a los diez minutos entraron los militantes de La Cámpora. Golpearon los bombos y cantaron por la vuelta de Cristina.
El clima conmemorativo del comienzo ya estaba roto y no fue recuperado ni por el minuto de silencio ni por las ofrendas florales de agrupaciones, intendentes, diputados y funcionarios. Hasta la entrega de la placa conmemorativa tuvo una lectura de coyuntura: fue entregada por la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía, un sector que viene golpeado en la provincia y a punto de dejar a más de 200 trabajadores en la calle. En Santa Cruz le imputan la crisis al Gobierno nacional.
Quienes presenciaron homenajes de otros años reconocieron que el de esta vez no tuvo la magnitud de otros. El acto central fue mudado a La Matanza, con la presencia Máximo K. El kirchnerismo recuerda a Néstor Kirchner pero mira hacia adelante. “Mucha gente lo llora en la casa y acá viene el que todavía tiene ganas”, resumió Paula, una vecina de Río Gallegos que recordó ante Letra P cuando tenía 7 años e iba con sus padres y con Kirchner a pintar paredes en las frías noches de Santa Cruz.