Tras 17 horas de sesión y casi cuatro meses de debate, Diputados aprobó esta madrugada la reforma electoral, que consagra la implementación de la boleta electrónica y la paridad de género en las listas legislativas. Con el apoyo del massismo y el bloque Justicialista, Cambiemos logró - con 152 votos a favor, 75 en contra y 3 abstenciones- imponer un proyecto fundamental para el Ejecutivo, aunque fracasó en su intento por restringir el corte de boleta en las primarias, donde hubo resistencias hasta dentro del propio oficialismo.
El "corralito" de las PASO, que determinaba la imposibilidad del elector de hacer un voto cruzado - es decir , de votar a distintas agrupaciones políticas en diferentes categorías - fue durante todo el día motivo de negociaciones entre el oficialismo y la oposición. Aunque fuentes de Cambiemos aseguraban al comienzo de la jornada que el proyecto iba a ser votado tal como pedía el Ejecutivo, con las restricciones en las primarias, a lo largo de la sesión fueron surgiendo voces de rechazo, incluso dentro del propio oficialismo.
"Es contradictorio con el espíritu de las PASO. Atenta contra el federalismo y entendemos que es de carácter inconstitucional. Vamos a proponer que se vote negativamente y que quede vigente el artículo 24 de la ley de PASO", anunció el diputado por La Pampa, el radical Francisco Torroba. Fue la primera señal pública de que la propuesta provocaba resistencia dentro del interbloque Cambiemos.
Desde el debate en comisiones, el bloque Justicialista había anticipado su rechazo a la restricción. Así lo había adelantado el salteño Pablo Kosiner, quien calificó la iniciativa como "un retroceso", que afecta el derecho de los ciudadanos a "armar su voto" según su voluntad, como lo viene haciendo desde la sanción de la ley de PASO.
En el massismo, la posición fue más oscilante. Mientras que varios diputados del bloque se habían manifestado en contra de la restricción, fuentes del bloque que trabajaron el proyecto aseguraron el mismo miércoles por la tarde que la polémica había sido zanjada y que el espacio que lidera Sergio Massa apoyaría la propuesta del oficialismo. Sin embargo, a último momento la posición cambió. "Queremos que se modifique el tema de las primarias cerradas porque evidentemente el consenso de los discursos así lo señala", lanzó Graciela Camaño sobre el final del debate.
Desde Cambiemos habían puesto la esperanza en los diputados que no responden a los bloques mayoritarios y pertenecen a fuerzas provinciales para lograr el apoyo a la propuesta del Ejecutivo. "Los que están siempre cerca del calor", definió una fuente partidaria. El oficialismo ofreció flexibilizar el "corralito" estableciendo excepciones para los partidos provinciales. Pero no alcanzó.
"El artículo 75 - que preveía que el elector podría emitir un solo voto por cada categoría de cargos a elegir, pudiendo optar entre distintas listas dentro de la misma agrupación política - le pone un cepo a las PASO. Por eso me voy a abstener", anunció al comienzo de la votación el ex gobernador de Misiones Maurice Closs. "Este mecanismo de las PASO nos deja demasiadas inquietudes en cuanto a la posibilidad del ciudadano de elegir diferentes partidos en categorías diferentes", coincidió Cristian Oliva, del Frente Cívico por Santiago.
El massismo terminó de enterrar el corralito, a través de Camaño que señaló que, tras escuchar los discursos de los diputados, estaba claro que el proyecto no tenía "consenso" en el tema primarias. El oficialismo recogió el guante y, antes de ir a una derrota segura en la votación, dio marcha atrás con la propuesta. El diputado Pablo Tonelli, miembro informante del oficialismo, lo anunció en el recinto. Referentes de las distintas bancadas acordaron, entonces, dejar la redacción actual del artículo 24 de la ley de primarias. "Hace tiempo que venimos planteando que la opción de voto cerrado por agrupación en las PASO era un retroceso. Le quitaba opciones a la gente. Celebramos que Cambiemos haya aceptado nuestra sugerencia”, dijo Kosiner.
El paso a la boleta electrónica
"La boleta electrónica tiene que salir. Todo lo demás es negociable", confió hace dos semanas un referente de Cambiemos en la Cámara de Diputados. El propio Tonelli, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, había definido durante el debate en el cuerpo que la boleta electrónica "es el corazón y núcleo" del proyecto enviado por el Ejecutivo.
Con duras críticas por parte del Frente para la Victoria, que considera que el sistema "no da garantías al ciudadano", según dijo la diputada Diana Conti, y denunció graves fallas en la seguridad del sistema, Cambiemos logró la aprobación de la implementación de la boleta electrónica, que termina con más de 100 años de utilización del soporte en papel. El oficialismo contó para eso con el apoyo del massismo y del bloque Justicialista. "Nuestro sistema de votación ya está agotado, ya ha dado todo lo que podía dar y hoy en día presenta muchas dificultades que el gobierno quiere superar", definió Tonelli.
El socialismo y la izquierda tampoco acompañaron la propuesta. La diputada Myriam Bregman catalogó la reforma como "antidemocrática" y señaló que el proyecto no discute "el financiamiento de la política". Por su parte, la socialista Alicia Ciciliani, planteó su "preocupación" por el hecho de que la implementación de la boleta electrónica no se haga de manera gradual.
La paridad, bandera de todos los partidos
La paridad de género en las listas nacionales fue el único punto de la reforma que generó el apoyo de todo el arco político. El artículo 16 de la ley, logró 214 votos afirmativos, 3 en contra - de Bregman, Alcira Argumedo y Guillermo Snopek - y 4 abstenciones, mientras que el 17 obtuvo 213 votos a favor, 2 rechazos y 3 abstenciones. Tanto Bregman como Argumedo se opusieron en el caso del artículo 16 porque ratifica el "piso proscriptivo" del 1,5 por ciento en las PASO.
En tanto en los demás bloques el acompañamiento fue casi unánime. A excepción de Snopek, el bloque Justicialista apoyó en pleno la paridad de género, al igual que el massismo, el Frente para la Victoria y el interbloque Cambiemos, donde si bien no hubo votos en contra, hubo algunas ausencias sugestivas a la hora de votar los artículos sobre paridad.
Pocas horas antes, el Senado también había aprobado un proyecto sobre paridad de género, que logró apoyo de todas las bancas. En Diputados no cayó bien la superposición de iniciativas. "Lo hicieron para ganarnos de mano, acá se empezó a discutir antes. Es oportunismo, se quisieron quedar con el crédito", se quejó un diputado del massismo.
Un intento frustrado
A último momento el oficialismo intentó meter por la ventana la ampliación de la Cámara, un proyecto que apoyan distintas bancadas. Pero el radical Mario Negri, frenó la movida. El jefe del interbloque Cambiemos se enteró de la situación por teléfono, cerca de las 20, mientras en el Palacio transcurría una reunión de la que participaban el presidente del bloque PRO, Nicolás Massot, Sergio Massa, Emilio Monzó y Héctor Recalde, para acordar introducir el debate en el recinto. Negri rechazó de plano la idea.
Enterado de llamados del PRO a diputados radicales, el presidente del interbloque Cambiemos volvió de urgencia a la Cámara y juntó a la UCR para frenar la movida. “Estamos de acuerdo con el proyecto pero así no”, sentenció el cordobés, que protestó contra la intención de introducir el proyecto que ni siquiera tiene dictamen de comisión.
El turno del Senado
Tras ser aprobado en Diputados, el proyecto pasará ahora al Senado, donde según fuentes parlamentarias sería aprobado dentro de dos semanas. Sin embargo, en la Cámara alta aún persisten dudas sobre qué pasará con el texto, ya que el bloque del PJ-Frente para la Victoria presentó la semana pasada un proyecto para implementar un sistema de boleta única que no contiene chip electrónico. La discusión en comisiones comenzará la semana próxima.