Después de años de lucha, los guardavidas de la provincia de Buenos Aires lograron su cometido y la Cámara de Diputados sancionó la ley que regula la formación y ejercicio de la profesión.
Con la presencia d trabajadores y sindicatos del sector en las gradas de la Cámara Baja, la iniciativa, elaborada por la diputada oficialista Fernanda Raverta y trabajada en conjunto con su par del bloque Rodolfo Iriart, incorpora los presupuestos básicos y elementales que deben cumplirse en todo ambiente acuático y reconoce al guardavidas habilitado como personal capacitado para la protección y resguardo de la vida humana en el ambiente acuático.
El texto también establece "la atenuación de riesgo para los trabajadores guardavidas garantizando la mayor efectividad en la tarea de prevención y rescate en casos de emergencia".
Y determina la política general en materia de servicio de vigilancia de guardavidas en playas marítimas, fluviales, lagos, lagunas, naturales o artificiales, arroyos, canales, natatorios, piletas, muelles y/o espigones utilizados para prácticas deportivas y/o recreativas.
“Era necesario crear un encuadramiento legal asegurar un adecuado nivel de seguridad e instaurar un marco regulatorio a los diferentes aspectos que intervienen en la materia, en los cuales se encuentra la actividad de guardavidas, cuyo ejercicio es fundamental en cualquier sistema de seguridad en dichos ámbitos”, sentenció Raverta.