“Ojalá los próximos gobiernos hagan la misma cantidad o más obras que las que hemos hecho” dijo Cristina Kirchner desde Casa de Gobierno en un discurso con más que sabor a despedida. Cerca, muy cerca, estaba el candidato presidencial del Frente para la Victoria y gobernador bonaerense, Daniel Scioli.
A Scioli, Cristina lo defendió a de la “campaña sucia”; pero también le recordó su relación con Mauricio Macri. También al mandatario, Cristina le enrostró una por una las obras que el gobierno nacional ejecutó y está llevando adelante en distintos puntos de la Provincia de Buenos Aires, una de las zonas más afectadas por las inundaciones de la semana pasada.
Hizo hincapié por ejemplo en la obra que se realiza en la ciudad de La Plata, con el “entubamiento” del arroyo El Gato. En cadena nacional recordó su pasado platense y cómo se inundaba Berisso, Ensenada y las cercanías del arroyo cada vez que llovía y que hoy –según ella- no ocurre. La obra del arroyo se hizo luego de que la inundación del 2013 en la capital provincial se cobrase al menos 89 vidas.
En ese marco deseó que “los próximos gobiernos hagan la misma cantidad o más obras que las que hemos hecho. Con que hagan la misma (cantidad) sería más que estupendo”.
Detalló que la inversión del Fondo Hídrico desde 2003 "fue de 10.472 millones de pesos en 511 obras", y reconoció que "seguramente" se necesitarán "muchas más obras" de las realizadas hasta ahora.
Siguiendo con el tema de las inundaciones; Cristina cargó –sin nombrarla- contra la Vicejefa de Gobierno porteña, María Eugenia Vidal. Con casi media provincia bajo el agua la candidata a gobernadora del PRO se dejó fotografiar caminando por una calle inundada de La Matanza, en medio de la campaña electoral.
Cristina habló sobre el rédito político que generan estas situación y explicó que “hay determinada gente que va a los barrios sólo en época de elecciones”. Tildó de “obsceno” ese accionar “se puede sacar rédito de cualquier cosa menos de la desgracia de la gente”.
En otro pasaje de su hora cuarenta de alocución, la mandataria de refirió a la campaña electoral. Allí fue cuando defendió a Aníbal Fernández y dijo que la campaña sucia “no es contra Daniel (Scioli) sino contra el Frente para la Victoria”.
“A Aníbal Fernández le hicieron campaña sucia” exclamó la Presidenta; y lamentó "lo que tuvo que sufrir" el Jefe de Gabinete con la denuncia de que salió desde el programa de Jorge Lanata.
También se refirió a la muerte del jujeño Ariel Velázquez, de 20 años, quien falleció ayer en el hospital Pablo Soria tras haber sido baleado el 8 de agosto en la localidad de San Pedro. En un principio el senador nacional del radicalismo Gerardo Morales apuntó contra la titular de la agrupación kirchnerista Tupac Amarú, Milagro Sala. El legislador contó que el joven fallecido era un correligionario, a lo que Unidos y Organizados a través de un comunicado esta tarde retrucó y explicó que efectivamente Velázquez formaba parte de la organización de Sala.
Cristina habló sobre el caso e informó que el joven era “afiliado al Partido Soberanía Popular”. “Les pido a mis compatriotas y a los partidos que cesen en este tipo de actitudes que le hacen muy mal a la democracia”, advirtió la presidenta. “Hay diferencia entre ser un mal político y ser mala persona”, opinó Cristina; ya que con este tipo de cruces sobre un muerto “sacan ventaja los antidemocráticos”.
Una vez finalizado su discurso, Cristina se dirigió a los “patios militantes”. Allí -como en cada acto desde Casa Rosada- cientos de integrantes de las agrupaciones K, esperaron para cantar las canciones favoritas de la militancia y escuchar otra vez la palabra de “La Jefa”.
Por primera vez en sus 8 años de gestión, Cristina habilitó a los gobernadores a que la acompañen en el balcón a saludar a la militancia. Entre ellos saludaba, Daniel Scioli.