Una vez atravesado el ballotage en la Ciudad de Buenos Aires y proclamada la victoria de Horacio Rodríguez Larreta por sobre Martín Lousteau, hacia el interior del PRO varios hombres y mujeres comenzaron a imaginarse que será de su futuro a partir del diez de diciembre.
A pesar de que Larreta le prometió a Mauricio Macri que no dirá absolutamente sobre el futuro Gabinete de ministros que lo acompañará durante sus cuatro años de gestión, ya hay algunos que se anotaron, otros que ni figuran y otros que se desesperan por aparecer.
Incluso, como reveló este portal, el actual jefe de Gabinete les confesó a sus asesores que no era el momento ni podía ofrecer ningún espacio. En una cena en el Club Del Progreso, reconoció que el líder del PRO le solicitó “esperar” hasta fin de año para armar su grupo de ministros y soltó una frase que descolocó a sus colaboradores: “No me vengan a pedir nada porque el que pide sale”.
Con ese panorama y con un partido que está sumido en la madre de las batallas que es la elección nacional, las posibilidades de encontrar un espacio en el futuro equipo de gobierno del próximo jefe de Gobierno parecen lejanas aunque algunos se ilusionan. “Hasta el 10 de diciembre no va a pasar nada”, advirtió a Letra P un hombre con despacho en Parque Patricios.
El operador judicial de Macri, Daniel “El Tano” Angelici, está seguro que el larretismo desdoblará las áreas de Seguridad y Justicia de la actual cartera homónima que hoy dirige Guillermo Montenegro.
Desde hace tiempo que el Gobierno porteño baraja esa idea y es casi una paso obligado de la próxima gestión. Bajo esa lógica, los laderos del “Tano” confían en que Larreta les entregará las llaves del flamante Ministerio de Justicia.
Esa confianza remite a tiempos en que la interna entre el jefe de los ministros y la senadora nacional Gabriela Michetti ardía. En esa oportunidad, Angelici jugó abiertamente por el funcionario preferido de Macri y le aseguró el triunfo en las comunas en las que domina el territorio. No obstante, fiel a su estilo, el ex radical jugó a dos puntas y aportó fiscales para la ex vicejefa de Gobierno, de familia ligada al centenario partido.
Pese a la esperanza del angelicismo, el propio Larreta tiene otra visión de la situación que no es tan alentadora para el presidente de Boca Juniors. El jefe de Gobierno electo sí está de acuerdo con dividir el actual Ministerio de Justicia y Seguridad pero no está tan seguro de entregárselo a Angelici.
Concretamente, Rodríguez Larreta no confía en los colaboradores del empresario de los bingos y los juegos de azar. Sólo valora a los legisladores Enzo Pagani y María Raquel Herrero, a quienes apoyaría para que la Legislatura porteña los nombre en el Consejo de la Magistratura y la Auditoría General de la Ciudad, respectivamente.
Dentro de la banda del “Tano”, Martín Ocampo y Juan Sebastián De Stéfano son los hombres que suenan para disputar esa cartera. Larreta confía y respeta a Ocampo, actual titular del Ministerio Público Fiscal porteño y ex diputado porteño encargado de la problemática Comisión de Justicia del Parlamento local, donde hizo un trabajo que le valió para ocupar el cargo que posee actualmente.
Al jefe de Gabinete no le llegan las mismas referencias del consejero de la Magistratura, que comparte una aceitada relación con el camaleónico ex titular del Colegio de Abogados Jorge Rizzo. A pesar de que Larreta desconfía de su trabajo, De Stéfano ya le confiesa a sus allegados que será el nuevo ministro de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires.
En caso de aceptar a alguien del entorno del operador judicial de Macri, el ex interventor del PAMI se inclinaría por el ex radical Ocampo, a quien le valora su paso por la Legislatura.
A excepción de los tres nombrados, el resto de los hombres y mujeres que siguen a Angelici son intrascendentes para Rodríguez Larreta. Por esa razón, “El Tano” teme quedarse afuera del próximo Gabinete.
Como se sabe, Larreta es un obsesivo de la gestión diaria y controla personalmente o vía funcionarios de su riñón, como Franco Moccia, el trabajo de los ministros, secretarios y subsecretarios. De esa manera, no entra en su esquema dar espacio en un Ministerio a alguien que mira de reojo y desconfía de su labor.
Martín Ocampo es el as en la manga de Angelici, pero el dirigente de Boca tiene un inconveniente más: el jefe de los fiscales porteños se sinceró ante sus colaboradores y manifestó que quiere seguir en el Ministerio Público Fiscal hasta que culmine su mandato. El Fiscal General dejó su banca de legislador en marzo de 2014, asumió en el edificio de la Avenida Paseo Colón al instante y tiene mandato hasta 2021.