Consumadas las elecciones en tres de los cuatro distritos más importantes del país, Santa Fe, Córdoba y Capital Federal, en este último se dirimirá el ganador dentro de quince días, aunque existe una clara ventaja a favor de Horacio Rodríguez Larreta, el PRO enfoca sus cañones hacia la madre de las batallas: la provincia de Buenos Aires.
Con más del 37% del electorado nacional, el territorio bonaerense es el objetivo que desvela a Mauricio Macri, motivo por el cual decidió tomar la posta y salir caminar junto a la fórmula Vidal-Salvador. Sabe que para forzar la segunda vuelta con un piso de votos que lo proyecte con serias posibilidades de consagrarse, los populosos distritos de la primera y la tercera sección son esenciales.
No es fácil hacer pie en los territorios de los intendentes, bastiones electorales históricos del peronismo. No obstante, la apuesta del precandidato presidencial por el frente Cambiemos consiste en traccionar el voto anti K, sobre todo en los municipios donde hay fuertes internas del Frente para la Victoria.
Tal es el caso de Almirante Brown, distrito atravesado por el enfrentamiento entre el ex massista Darío Giustozzi, quien no tuvo otra opción que recluirse en su terruño, y el titular del IPS, Mariano Cascallares.
En este contexto, el postulante a la intendencia por el PRO, Carlos Regazzoni, y el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, desembarcaron en Rafael Calzada, donde inauguraron un centro de apoyo escolar destinado a jóvenes y adultos que quieran terminar la secundaria.
“Los problemas más graves de Almirante Brown, que son la inseguridad y la salud, son problemas de educación, porque está demostrado que una persona con estudios completos vive más y mejor y, sobre todo, un joven que está estudiando no es carne de cañón para la droga y el delito”, enfatizó Regazzoni.
En igual tenor, exhibió cifras alarmantes al describir que “en Almirante Brown casi la mitad de la gente adulta nunca entró siquiera al colegio secundario” por lo que exigió una mayor simetría entre “el Estado y la tecnología, para que pueda capacitarse de la manera más práctica y rápida posible”.
A su turno, el funcionario de la Ciudad habló de “una revolución educativa junto a Mauricio Macri y a María Eugenia Vidal”, que se constituya como un mecanismo “igualador de oportunidades para todos”.
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