El escrutinio definitivo avanza en el hall central de la planta principal de la Legislatura porteña y mantiene con el corazón en la boca al PRO y al Frente para la Victoria que se torean por la banca número 30 luego de las elecciones generales del domingo 5 de julio.
Desde el Tribunal Superior de Justicia, órgano porteño encargado del recuento de votos final, informaron que apuntan al mediodía del jueves feriado para culminar la ardua tarea que comenzó este miércoles por la mañana, minutos después de las ocho.
Mientras en el PRO aseguran que ese espacio quedará para Genoveva Ferrero, incluso ya la felicitaron, el kirchnerismo local cree que “no está nada dicho” y dará la pelea “voto por voto” para conocer si suman un nuevo diputado o se quedan en 13 escaños, con el riesgo de pasar a ser la tercera fuerza del edificio de Perú 160.
El lugar en disputa sería para el ex secretario de Deportes de la Nación y ex jugador del Club Atlético Huracán, Claudio Alberto Morresi, quien se apersonó en la Legislatura está tarde para constatar el estado y avance del escrutinio.
Ferrero, que trabaja en la Policía Metropolitana y está ligada al ministro Edgardo Cenzón, es la número quince de la nómina del PRO que encabezó Francisco Quintana. De ingresar, el PRO tan sólo perdería un escaño en el Parlamento que jamás tuvo mayoría propia del oficialismo amarillo en el recinto.
A su vez, el escrutinio definitivo es observado de cerca por los diputados del frente ECO porque si el Frente para la Victoria se anota un nuevo legislador estaría en igualdad de condiciones con la coalición de centroizquierda que apoya la candidatura de Martín Lousteau y que le está generando dolores de cabeza al macrismo. Todo esto, siempre y cuando se respete la unidad de ambos interbloques.
En el PRO hay tranquilidad por una cuestión que, naturalmente, expresa temor en el kirchnerismo. Una de las comunas que falta escrutar es la del barrio de Recoleta, histórico bastión del PRO en donde Horacio Rodríguez Larreta estuvo a poco de alcanzar el 60 por ciento de los votos.
El quid de la cuestión está, tanto para ECO como para el kirchnerismo, en ver quién será, a partir del diez de diciembre, la segunda minoría en el recinto ubicado en la calle Perú 160. Bajo esa lógica, el armado que respalda a Lousteau podría pelear la vicepresidencia segunda si mantiene la unidad y puede alinear a los 14 diputados en un interbloque.
El kirchnerismo y sus aliados funcionan como interbloque desde hace tiempo y así consiguen ser la segunda fuerza y torear con el PRO, dejando en un tercer incómodo lugar a ECO. Todo puede modificarse con los resultados del escrutinio definitivo que el TSJ tiene pensado publicar el jueves en horas del mediodía.