temen transformarse en UNEN. El factor Carrió.
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temen transformarse en UNEN. El factor Carrió.
El PRO se acostumbró a competir con el Frente para la Victoria por la Jefatura de Gobierno porteña durante ocho años, pero el ballotage del 19 de julio, entre Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau, abre la posibilidad a otro panorama para los próximos años.
El estrecho margen de votos (54745) entre Larreta y Lousteau posicionó al economista como una virtual alternativa al macrismo, ya que fue elegido por el 48,36 por ciento de los porteños. Si bien desde el PRO minimizan el resultado obtenido por ECO, entre otras cosas porque aseguran que parte de los votos son en realidad del kirchnerismo, lo cierto es que el ex ministro nacional asustó a varios de los hombres más poderosos del partido que administra la Ciudad desde 2007.
“Es Pino Solanas con rulos”, se mofan en el PRO comparando al economista con el cineasta que logró salir tercero en los comicios del año 2011 y conformar un bloque importante en la Legislatura porteña con su partido Proyecto Sur pero que luego quedó reducido a cenizas y con todos los diputados peleados entre sí.
Lousteau no ganó la elección ejecutiva pero los resultados que consiguió en las generales del 5 de julio tuvieron su recompensa. Los 465583 votos que aglutinó hace poco más de quince días le alcanzaron para que ingresen siete legisladores y el interbloque de ECO pase a ser la segunda minoría en el recinto porteño, con un total de 14 diputados.
Al mismo tiempo que el espacio que respaldó a Lousteau creció en la Legislatura, desplazó al Frente para la Victoria del lugar de segunda fuerza porteña que ostentó durante ocho años.
Entonces, el desafío del economista es doble: capitalizar la fuerza del heterogéneo interbloque de ECO y mantenerse como una alternativa al PRO con chances de disputar el poder.
Si se mantiene unido, el grupo de diputados de la coalición puede reclamar espacios en comisiones y en las autoridades de la Legislatura por el hecho de ser la segunda fuerza política del edificio de Perú 160. Lousteau tiene la oportunidad de contar con un número de legisladores propios que puedan trabajar en pos de sus intereses y negociar con el PRO, como lo viene haciendo el kirchnerismo. Se trata de una posibilidad que antes desecharon o no pudieron aprovechar Solanas y Elisa Carrió, por eso en el macrismo descreen de la capacidad de garantizar la paz en ese interbloque.
Sucede que ECO está integrado por la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, la Coalición Cívica, el Partido Socialista Auténtico y Confianza Pública y, al haber espacios con dirigencias distintas, el fantasma de UNEN siempre está presente.
Sin embargo, desde que Gustavo Vera se fue de UNEN a los gritos y denunciando a sus ex compañeros, el interbloque funcionó con normalidad y cuando se constituyó ECO simplemente se mudó Graciela Ocaña y no hubo mayores rispideces. Hay quienes dudan del accionar del PSA, que muchas veces votó en disidencia cuando ECO acompañó al macrismo, pero el legislador Adrián Camps les comunicó a sus colegas que permanecerá en el interbloque. De hecho, su partido apoyó abiertamente y fue de los que más trabajó en la campaña de Martín Lousteau.
Se trata de un interbloque heterogéneo compuesto por diputados que no responden directamente al economista, ya que solamente María Inés Gorbea y Natalia Fidel pertenecen a su entorno. No obstante, todos respaldaron su candidatura y el radicalismo, que es el bloque con más legisladores dentro de ECO, fue el principal promotor de su postulación.
El pasado fresco de la experiencia de UNEN sepulta algunas esperanzas que Lousteau trabajará para reavivar. Además, deberá lidiar con las declaraciones contradictorias de Carrió que, a dos días, del ballotage ya promociona a su delfín como próximo candidato a jefe de Gobierno. “Nosotros estamos felices de que @sanchezfdo se haya convertido en el líder de la #CCARI en la Capital Federal. Y esperemos que sea nuestro jefe de Gobierno en la Ciudad en cuatro años más”, escribió este mediodía en Twitter, olvidándose de Lousteau.
En 2013, se conformó UNEN a nivel nacional y tuvo su correlato en el Parlamento porteño. La boleta de diputados locales fue encabezada por el titular de la ONG La Alameda, Gustavo Vera, que, en menos de seis meses, pegó el portazo y puso en coma a la coalición de centroizquierda. “Más que UNEN es DesUNEN”, decían con sorna los legisladores del PRO en 2014.
Cuando UNEN mutó a ECO todo fue paz y amor. Resta saber, aunque falta mucho, si Lousteau podrá erigirse como líder de ese conglomerado de espacios y utilizará la Legislatura porteña como capital político para pensar en 2019.