Cuentan que el acuerdo marcaba un encastre del dos por cuatro. Es decir, cada cuatro espacios copados por los jefes comunales, se insertarían dos camporistas. También se esperaba que el sciolismo, con su jefe como único candidato a la presidencia, renovara al menos el pequeño staff que tiene hoy en el Parlamento provincial.
Pero nada de esto sucedió. Los intendentes se desayunaron con un lugar lejano en las nóminas, y la irrupción de parias territoriales en los lugares de acceso. Salvo algunas excepciones, como el caso de Hugo Curto en la primera, que ubicó al concejal de Tres de Febrero, Juan Debandi. O
Fernando Espinoza, cuyo senador, Daniel Barrera reelige. También Pablo Zurro, de Pehuajó, que ubicó a su hermano en la cabeza de la nómina de la cuarta sección, o el intendente de Bolívar, Eduardo Bucca, que completó el cupo femenino de la séptima, con la dirigente, María Laura Rodríguez.
Distinto es el caso de Darío Díaz Pérez, que cedió la intendencia de Lanús a la Cámpora, a cambio del primer lugar en la lista de la tercera.
Pero en la segunda, ningún jefe comunal aparece entre los cinco puestos disponibles. De hecho la nómina la encabeza, Sergio Berni, y la continúan las actuales senadoras de La Cámpora, Cecilia Comerio y Marina Moretti.
En el cuarto lugar se ubica Marcelo Carignani, que reporta al sciolismo, pero cuyas chances de ingreso dependerán de que la oposición no obtenga el piso electoral.
Para el sciolismo el reparto ha sido por demás desigual, ya que, además de Carignani, los únicos “puros” con posibilidad de ingresar, son Rodolfo “manino” Iriart, cabeza de la quinta sección. Silvia Caballero, ubicada en el tercer lugar de la sexta sección. Y Alberto De Fazio, el senador que de la tercera, que fue mudado al cuarto lugar de la séptima.
Sin chances, se encuentra Martín Consentino, el diputado de la cuarta, que pasó al décimo lugar de la primera sección. Tan paupérrimo era el número asignado que hasta dudaron de que firmara. Pero finalmente, aceptaron, aunque a regañadientes, la jugada que pergueño el diputado, José Ottavis.
Fue el camporista el encargado de negociar los espacios con los jefes comunales, aunque, según los dichos de los propios intendentes, no les dejó mucho margen de maniobra.
De hecho, los caudillos, todavía mastican el enojo de la jugada. Pero Ottavis no solo podó las expectativas de los intendentes. También corrió de la escena a los futuros contendientes internos, en el universo camporista, o filo cristinista.
Por eso, el diputado, Alberto España, tío de Wado De Pedro, fue hábilmente reemplazado por otro pariente del Secretario General de la Presidencia, Santiago Revora.
El sciolista, Guido Lorenzino, figura fuerte en el ámbito parlamentario, no tuvo posibilidades de renovar. Lo curioso, es que una de las excusas expresadas fue que “no renuevan los que ya llevan dos mandatos”. Que es el caso de Lorenzino, de Martín Ferré (Ministro de Scioli de licencia en su banca), y de Cristina Fioramonti. La presidenta del bloque de senadores del FpV, no reelegirá en su banca, y fue reemplazada Graciela Giannettasio, oriundas ambas de Florencio Varela.
Si bien, Fioramonti lleva más de dos mandatos, la trayectoria de Giannettasio, que fue presidenta del Senado, y Ministra de Educación y Seguridad, la supera ampliamente.
De todas maneras, queda claro que esta regla, no toca a los aliados, como el caso del presidente de la Cámara de Diputados, Horacio González.
El legislador de Ituzaingó, quien lleva 16 años en su banca, y sin embargo, encabeza la nómina de la primera sección.
El que pudo zafar de la limpieza de Ottavis, fue el actual senador, Walter Abarca, quien logró quedar firme en el segundo lugar, debajo del camporista, Cesar Valicenti.
Gabriel Mariotto no tuvo la misma suerte, ya que su único pedido, no fue debidamente atendido.
El vicegobernador, candidato al Parlasur, anotó entre los primeros lugares de la sexta sección, a su hombre de confianza, Luis “luli” Calderaro. Pero el mariottista, fue degradado hasta el “imposible” cuarto lugar. En su puesto, se ubicó casi con cierta malicia, a un ex mariottista, hoy aliado de Ottavis, Juan Manuel Pignocco.
El detalle de las nóminas lo aporta, Nelson Silva Alpa, el único diputado randazzista, que aparece en las nóminas. Claro que el legislador, que responde al Ministro del Interior, (que abandonó la carrera electoral), fue ubicado en el décimo lugar de la cuarta sección.
Un poco menos que un premio consuelo.