“Primero nos vamos a reunir entre nosotros, para ver como esta cada uno, como está la región, y ver que necesitamos” afirma en reserva uno de los jefes comunales, que esta tarde participará de la cumbre de alcaldes radicales, que se reunirán con Ernesto Sanz. La cita será en General Alvear, y previo a este encuentro, habrá una “previa” de los intendentes.
Cuentan que la idea es ordenar una estrategia común para presentar en la mesa de discusión. Si bien la oposición al acuerdo con el PRO, que ideo Sanz, era mayoría en Buenos Aires, los intendentes, se mostraron a favor de la candidatura presidencial de Mauricio Macri.
El tema ahora, es definir si los caudillos del interior jugarán con la boleta de la UCR, o si directamente irán colgados a la amarilla de Macri. “Uno cuando va en una lista quiere ganar, independientemente de quien vaya arriba” indican otro intendente consultado.
En paralelo, María Eugenia Vidal, la candidata a la gobernación del PRO, sigue tendiendo lazos con estos dirigentes, para capturar su voluntad. Sucede que la vicejefa no logra una buena base electoral, más allá que cuenta con la tracción de Macri. Y precisa la pata local para poder consolidarse. La orden del PRO, es teñir de amarillo solo a los intendentes, y dejar al resto de los radicales, que jueguen con su boleta partidaria.
Pero esta movida, no les simpatiza a algunos de los intendentes del radicalismo que pretenden sentar como estrategia tener un candidato propio, que represente los verdaderos valores del partido centenario en territorio bonaerenses.
Tiempo atrás el alfonsinismo postuló a Miguel Bazze como candidato. Pese a que esa posibilidad quedó desterrada luego de la Convención de Gualeguaychú; la apuesta por un nombre propio figura en el borrador de varios intendentes. Claro que el enojo con el intendente de San Isidro, Gustavo Posse continúa y no hay chance alguna de que ese nombre radical sea ocupado por el precandidato de Espacio Abierto.