Lo que pasa

Una nueva escalada desestabilizadora azota la institucionalidad republicana, intentando erosionar al gobierno surgido de la soberanía popular y eventualmente impedir que ésta vuelva a manifestarse, como corresponde, al concluir el actual mandato constitucional.

Instrumento de poderes fácticos poderosos y conglomerados mediáticos influyentes, un sector de la corporación judicial se ha lanzado a un desesperado intento de corroer la arquitectura institucional argentina apuntando a su misma cúspide, el Poder Ejecutivo Nacional.

 

Convencidos de que las políticas públicas de inclusión social, autonomía nacional y unidad regional que han sostenido las dos últimas administraciones a partir de 2003 han logrado constituir un sólido consenso ciudadano que determinará la continuidad del actual esquema reformista a partir del próximo 10 de diciembre, los sectores privilegiados que resisten los cambios y ansían retrotraerse al pasado, han iniciado una embestida abierta.

 

Acusaciones infundadas, descalificaciones permanentes, hostigamiento continuo, manipulación informativa, son parte del amplio y oneroso dispositivo que intenta corroer la credibilidad de las legítimas autoridades de la Nación, desalentar la confianza pública en los mecanismos de la Constitución, confundir a la opinión pública y en definitiva generar ingobernabilidad.

 

Cautivo de cadenas de comunicación insidiosas y de operadores periodísticos desprejuiciados que envenenan la atmósfera informativa, el pueblo trabajador –porque hoy el pueblo tiene la posibilidad de trabajar-, el pequeño y mediano contribuyente –porque hoy este sector tiene capacidad contributiva-, el emprendedor comercial, industrial o de servicios –que hoy prospera gracias al impulso oficial a las actividades productivas-, en definitiva, los sectores dinámicos de la sociedad, son abrumados por la prédica desmotivadora de una aceitada red de piratería noticiosa.

 

Es la aplicación del moderno manual del golpismo, que no osa decir su nombre pero que se expresa en toda la región, sea en las insubordinaciones policiales de Ecuador, en las votaciones destituyentes de Honduras y Paraguay, en los instados conflictos étnicos en Bolivia , en las conspiraciones con respaldo extranjero en Venezuela y, quizás, hasta en los extraños accidentes aéreos que terminan oportunamente con la vida de candidatos no competitivos para habilitar otras alternativas con mayores chances.

 

En ese marco leemos la situación que se vive en este tramo del año donde se hicieron añicos todos los augurios catastróficos y ninguna de las supuestas condiciones sociales, económicas – y hasta energéticas y climáticas- que iban a desatar la furia popular tuvieron lugar, remplazadas por multitudinarios desplazamientos humanos, verdaderas migraciones masivas hacia los destinos turísticos donde lo esencial fue encontrar una plaza para alojarse, un pasaje de micro o avión, una mesa en el restaurante, una entrada para el teatro o un espacio para estacionar el vehículo.

 

Javier Milei y la ministra Sandra Pettovello.
Mauricio MacriNoticias Argentinas

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