“La decisión de disolver la SI para crear la nueva Agencia Federal de Inteligencia (AFI) impone que se abra finalmente un amplio debate en el Congreso y que gobierno y oposición trabajen en forma cooperativa en el mejoramiento del proyecto sin buscar ventajas coyunturales que desplacen el eje de uno de los temas centrales” explicaron desde el CELS a través de un documento.
Por ello, proponen modificar básicamente 2 aspectos del proyecto. Por un lado el que tiene que ver con el aumento de las competencias de la AFI y redefinición del concepto de inteligencia; y por el otro el punto sobre los controles y el acceso a la información.
En cuanto al aumento de las competencias de la AFI, desde el CELS destacan que “l proyecto tiene defectos de técnica legislativa al redefinir la Inteligencia Nacional sin incluir en ella las hipótesis de agresión de estados extranjeros (lo que es competencia del Subsistema de inteligencia estratégica militar, que no es modificado por esta nueva ley, según el artículo 2 del proyecto)”.
En este punto también explican la contradicción en “un nuevo concepto de “inteligencia interior” (art. 3 del proyecto1) que es confuso en su alcance y entra en contradicción con otras disposiciones del proyecto que le atribuyen competencias a la AFI”.
Además detallaron que “el problema de fondo”, y es que “el proyecto prevé un aumento de competencias de la AFI al reforzar funciones de investigación e inteligencia criminal, basadas en la doctrina de las “nuevas amenazas”; lo cual “se podría interpretar que se propone otorgar a la AFI la capacidad de intervenir directamente en la producción de inteligencia criminal y en la investigación de delitos federales complejos aún en forma más amplia que en aquellos casos en los que haya una hipótesis de amenaza internacional”.
“El proyecto plantea legitimar la intervención de la AFI en inteligencia criminal amplia y hasta le habilita a desarrollar tareas de investigación, con el riesgo de profundizar los problemas que hoy se advierten ya que implica sostener funciones esencialmente operativas o “de calle” y una planta de personal que las realice. Resultará problemático el entrecruzamiento con las tareas de inteligencia criminal previstas para las áreas de Seguridad”, expresa.
Finalmente sobre los controles y el accesos a la información, desde el CELS sostuvieron que “la ley debería contar con parámetros más específicos que permitan una reestructuración profunda de la nueva agencia y un proceso cuidadoso de selección de su personal”; tomando como ejemplo lo que fue la creación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la fuerza de seguridad que creó Néstor Kirchner y comandó el actual diputado provincial por Nuevo Encuentro, Marcelo Saín.