Luego de recibir en el Teatro Argentino de La Plata el diploma que lo habilita a conducir por otros cuatro años los destinos de Ezeiza, el saliente ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, hizo un balance de su gestión al frente de la mencionada cartera, afirmando que a su sucesor, Cristian Ritondo “le estamos entregando un Ministerio como para que se luzca”.
En este sentido, detalló que al dirigente del PRO “le mostré que tiene para entregar a partir de que asuma 500 móviles 0 km. Cuando yo llegué había un carrito con dos burritos, no había nada”.
De todos modos, reconoció que en estos años faltó “más tecnología”, afirmando que “tenía muchos planes y me encontré con una traba financiera muy importante en la provincia con muchas dificultades económicas a pesar de que el gobernador me dio todo lo que le pedí, pero yo tenía planificado poner scanner en los ingresos a la provincia para evitar la llegada de la droga a nuestra provincia”.
Manifestando su malestar ante quienes cuestionaron los tiempos de capacitación de los efectivos de la Policía Local, el hombre de Ezeiza subrayó: “Me hubiera gustado toda la instrucción que hicimos en seis meses hacerla en un año porque hicimos la currícula que se debe hacer pero en vez de hacerla en un año la hicimos en seis meses. Si ustedes me dicen que los jóvenes oficiales, 12 horas por día era bueno, no, no era bueno pero teníamos que poner la policía en la calle y la pusimos, los uniformamos, los preparamos, los armamos, se entrenaron en materia de tiro y tuvieron grandes actuaciones”.
Sin dudar en que, durante su gestión, “se limpió el nombre de la Policía”, Granados argumentó: “Hubo un cambio de actitud, hubo una cambio de imagen, de ganas, y a lo largo de este tiempo 300 comisarios se han quedado en el camino, hemos hecho la selección de quienes estaban con ganas de borrar a la Bonaerense como mote despectivo”.