Aunque se lo conoce como la "mano derecha" de la gobernadora, María Eugenia Vidal, y quedó al frente de dos de los prinpales cargos políticos de la provincia, como son el Ministerio de Gobierno y la jefatura de Gabinete, Federico Salvai no tuvo presencia en la crisis del Penitenciario.
De hecho, su lugar fue ocupado por el titular de Seguridad, Cristian Ritondo, quien más allá de ser el encargado del área, resulto durante las horas inmediatas al conflicto, el único vocero del gobierno.
La ausencia del ministro, activo los rumores, que hablan de su inexperiencia en el territorio bonaerense, y sobre todo, su desconocimiento de las internas mafiosas que dominan desde hace décadas muchas de las estructuras del Estado. En reuniones internas del PRO bonaerense, se llegó a hablar del "caracter inseguro" del funcionario.
Por el contrario, Ritondo, de origen peronista y experiencia en ámbitos menos armónicos, (fue Subsecretario del Interior de la Nación) lo ubican hoy como una de las figuras en ascenso en el equipo bonaerense.
Pero no es el único que comienza a ocupar el rol concedido a Salva. Fabián Perechodnik, el Secretario General de la Presidencia, es también una de las figuras que por su experiencia y picardía política, comienza a "autogestionar" su confianza con la gobernadora.
Una semana atrás, otra era la historia para el Ministro de Gobierno.
El abogado y periodista fue uno de los ambiciosos jóvenes que se sumaron al PRO, en los primeros tiempos, y junto a su mujer, Carolina Stanley, se incorporó al equipo de Vidal, cuando regenteaba el área de Desarrollo Social de la Ciudad.
Designado jefe de gabinete de esa cartera en 2008, Salvai se convirtió en un "imprescindible" para la entonces ministra.
Fue quien la acompañó en su ascenso meteórico en el universo macrista, y siempre en la línea del actual jefe de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta. Fue, además, el primero y por un buen tiempo el único nombre que se menciono como futuro integrante del gabinete de Vidal, en caso de que ganara la gobernación. Por ese entonces, ya ocupaba una banca en la legislatura porteña.
Cuando Vidal ganó la provinia, Salvai,se convirtió en el vocero con mayor autoridad para hablar de la transición que comenzaban a caminar. La primera visita oficial de la electa gobernadora, a la Casa de Gobierno, en La Plata, fue en su compañía. Y junto a Hernán Lacunza, el ministro de Economía, fueron quienes la secundaron cuando, tras reunirse con el entonces jefe provincial, Daniel Scioli, dio una conferencia de prensa.
Antes de esto, Salvai había sido el coordinador de los dos encuentros "de transición" que se realizaron entre sciolistas y vidalistas. Como buen hombre de confianza, el ministro de Gobierno se encargo de varias de las negociaciones más vitales. Fue la voz de Vidal en pulseada política que se llevó a cabo en la legislatura, donde sellaron un acuerdo con el Frente Renovador, en detrimento del FpV.
Participó de los encuentros seccionales, con los 135 jefes comunales de la provincia, que viajaron a La Plata para buscar el auxilio del gobierno para hacer frente a los pagos de salarios y medio aguinaldo. Y también fue el asesor de la gobernadora, en la confección del organigrama de varias de la principales dependencias. Y ubicó en algunos casos a personas de su confianza, como sucede en ARBA, donde asumirá su amigo personal, Gastón Foletti.
Cuando la madrugada del pasado domingo, estalló el escándalo en el penal de General Rodríguez, tras la fuga de tres condenados, fue Cristian Ritondo, el encargado de hacer frente a la situación. Como ministro de Seguridad, su rol fue predecible, y su alto perfil se vió incentivado por el silencio que durante más de 36 horas de sucedido el hecho, mantuvo la gobernadora. Lo llamativo, fue que Salvai, no apareciera en escena. Sobre todo porque el conflicto obligaba a una lectura política que solo el funcionario podía ofrecer.
Tampoco participó de la conferencia de prensa, que durante la tarde de ese agitado lunes, realizó la jefa del Estado bonaerense. La acompañaron, el vicegobernador, Daniel Salvador, y los ministros de Seguridad, Ritondo y de Justicia, Carlos Mahiques.
Salvai, más acostumbrado al mapa porteño, desapareció de la escena. Y esta ausencia, abrió el juego a las especulaciones. Muchos funcionarios, por intereses propios, y figuras del universo PRO de la provincia, lo ven en un rol de menor protagonismo.