El rosarino Miguel Lifschitz recibió este viernes los atributos del mando de manos de su antecesor, Antonio Bonfatti, y asumió como nuevo gobernador de la provincia de Santa Fe. Prometió luchar contra el narcotráfico y hacer un gobierno "de diálogo, de puertas abiertas y de construcción colectiva”.
La ceremonia se realizó en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno de Santa Fe, el viernes al mediodía. El día anterior, Lifschitz había viajado como gobernador electo a Buenos Aires, a presenciar la jura de Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa.
Luego de que el vicegobernador, Carlos Fascendini, le tomara juramente, Lifschitz dijo que está "asumiendo el desafío político más importante" de su trayectoria política "en un momento de grandes expectativas en el país y la provincia, de sueños incumplidos que los argentinos nuevamente empezamos a renovar”.
El mandatario provincial Lifschitz también brindó un reconocimiento a “la gran gestión que hizo Antonio (Bonfatti)", porque deja "un gobierno en marcha" y eso "ha facilitado las cosas”, y mencionó que va a "encontrar muchas obras que están ejecutándose y a las que seguramente yo les voy a poner el broche final y las voy a inaugurar, y cada vez que lo haga voy a recordar que hubo un gran gobernador, y antes hubo otro que inició este camino, como Hermes Binner”.