La sesión de este viernes en el Concejo Deliberante de San Carlos de Bariloche, que tiene en el flamante intendente Gustavo Gennuso un claro aliado al gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, terminó en un escándalo por la agresión a ediles oficialistas luego de que aprobaran la medida que hizo enfurecer a los trabajadores del gremio municipal.
A raíz de la bronca de los empleados, una concejal resultó herida cuando se desató la furia de los integrantes de la planta laboral barilochense.
Como explicó Letra P, en el primer día de Gennuso al frente de la comuna, los trabajadores se movilizaron y declararon una “alerta permanente” ante la posibilidad –que hoy se hizo oficial– de que el proyecto de la nueva gestión avance.
El bloque oficial posibilitó que se apruebe, y la oposición, referenciada en el Frente para la Victoria (FpV) utilizó su rol para oponerse. El proyecto de la discordia congela la utilización de las llamadas “cajas chicas” e inicia una “verificación de créditos y deudas”.
“Es parte de su política de ajuste”, gritaban los empleados de la comuna mientras los representantes de Juntos Somos Bariloche (JSB), la fuerza del intendente, explicaban los pormenores de la medida.
Cristina Painefil fue la que peor la pasó al sufrir un corte en la mano derecha cuando finalizaba la sesión, donde se aprobó por mayoría la emergencia por seis meses. En diálogo con Bariloche 2000, Viviana Gelain (JSB) sostuvo que "fueron incitadas por concejales del FpV" los agresores a sus compañeros de bancada.
"El gremio es cómplice de la deuda municipal", advirtió Gennuso en una suerte de declaración de guerra.