Siendo la contracara del culebrón en el que se transformó el proceso de cambio de mando presidencial, la transición en la provincia de Buenos Aires se realizó un clima que no se vio afectado por los fuertes frentes de tormenta provenientes del ámbito nacional.
En este sentido, y más allá de algunos cruces en lo que refiere a la situación financiera del Estado bonaerense, tanto el equipo de gobierno saliente como el entrante mantuvieron frecuentes reuniones, en tanto que, días atrás, Daniel Scioli recibió a María Eugenia Vidal en la Gobernación, cediéndole allí el Salón de Usos Múltiples para que la mandataria electa realice la conferencia de prensa en la que recalcó: “Así tiene que ser una transición”.
En la misma sintonía, Gabriel Mariotto y Daniel Salvador, vicegobernador saliente y entrante, respectivamente, realizaron varias reuniones para articular el traspaso en el Senado bonaerense.
Mostrándose colaborativo desde el primer momento, sobre todo luego del ballotage, el ex candidato presidencial del FpV se hizo presente este jueves ante la Asamblea Legislativa para entregar los atributos de mando a su sucesora, articulando gestiones, previo a esta ceremonia, para que la sangre de la puja por el traspaso presidencial no llegue al río bonaerense.
Así, a diferencia de sus pares en el orden nacional, los legisladores provinciales del Frente para la Victoria asistieron a la asunción de Vidal. En su despedida, Scioli hizo los deberes para lograr una sucesión ordenada.