El bloque de legisladores del Frente para la Victoria porteño se encuentra en una encrucijada que, sistemáticamente, experimenta cada fin de año: acordar y favorecer al PRO o rechazar de cuajo las iniciativas del Ejecutivo local.
Como sucede siempre que culmina el año parlamentario, el gobierno de Mauricio Macri envió una catarata de expedientes a la Legislatura y pone en un brete al kirchnerismo porque los diputados del FpV no terminan de encontrar una postura común antes los temas a tratar.
Ahora, los legisladores kirchneristas se dividieron en dos grupos: “los acuerdistas” y “la resistencia”. Los primeros reciben órdenes del ex titular de la Magistratura, el peronista Juan Manuel Olmos, mientras que el otro conjunto está atento a los pedidos de Andrés “el Cuervo” Larroque.
Por ahora, el FpV no sale de una interna complicada y una guerra de trincheras en la que entre ambos bandos se cruzan y no encuentran punto común para llegar a un acuerdo que deje tranquilos a todos. A las seis habrá reunión de bloque para enfriar la situación.
Nuevamente, La Cámpora y los sectores ligados al progresismo y al PJ porteño entran en tensión y se evidencian las diferencias dentro del Frente para la Victoria.
Paula Penacca, Lorena Pokoik, Pablo Ferreyra y José Cruz Campagnoli integran el grupo de la resistencia, que no quiere votar junto al partido amarillo y sigue las instrucciones de Larroque.
Juan Carlos Dante “Canca” Gullo, Aníbal Ibarra, Gabriel Fuks, Jorge Taiana, María Rosa Muiños, Fernando Muñoz, María Rachid y Edgardo Form se ubican en el otro extremo. Este conjunto no está dispuesto a aprobar ciegamente todo lo que el PRO impulse, pero sí buscará consensos para no oponerse a cualquier iniciativa que baje al recinto.
La bronca entre el peronismo y un sector del progresismo con La Cámpora ya tiene meses de historia, pero los resultados electorales aumentaron la crisis. Días atrás, en una reunión con militantes del kirchnerismo porteño, se lo escuchó a Taiana quejarse de la decisión de los camporistas de llamar a votar en blanco en el ballotage porteño entre Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau. “Se terminaba el proyecto presidencial de Macri”, se lamentó el ex canciller.
Sin embargo, la bronca del hijo de quien fuera doctor de Juan Domingo Perón con los dirigentes de la agrupación que fundó Máximo Kirchner antecede cualquier contienda electoral. Cuando ingresó a la Legislatura porteña en 2013, Taiana estaba decidido presidir el bloque, y muchos de sus compañeros lo apoyaban, pero la Casa Rosada impuso a Gabriela Alegre, una ex ibarrista que siguió al dedillo las órdenes de Juan Cabandié.
En el medio, cuatro legisladores no terminar de decidir de qué lado pararse. Jorge “Quito” Aragón, Gabriela Cerruti, Claudia Neira e incluso la jefa de bloque, Gabriela Alegre, dudan de tomar una u otra postura.
En el edificio de Perú 160 aventuran que el bloque puede llegar a quebrarse en la elección de este jueves, donde se votará una batería de leyes que envió el Ejecutivo porteño durante el año, como también las designaciones en la Auditoría, el Consejo de Niños y el COPUA. De todas formas,
La primera fisura del interbloque que el Frente para la Victoria comparte con sus aliados se dio el jueves último. Durante la votación del Bus Turístico, Ferreyra votó en contra del proyecto impulsado por el PRO, que buena parte del kirchnerismo acompañó, y Penacca y Pokoik abandonaron el recinto para ausentarse en la sanción de esa normativa.
El Presupuesto de la Ciudad ha sido siempre un terreno de disputa entre los diputados que responden al gobierno nacional. Entre votarlo o rechazarlo, por el momento se impone una postura que permita que la administración porteña tenga presupuesto pero se plantearán cuestionamientos en aspectos particulares. Concretamente, el kirchnerismo votaría la ley en general pero plantearía disidencias en algunos artículos. Al PRO le cierra esta idea a pesar de que cuenta con el apoyo del radicalismo y la Coalición Cívica.
Además del Presupuesto, en el kirchnerismo hay posturas disímiles acerca de cómo votar el proyecto que propone desarrollar un plan integral deportivo y comercial “tendiente a recuperar el Autódromo”, para el cual se necesitan 40 de los 60 votos.
Entre otras cosas, lo que más ruido hace a la oposición, en especial al kirchnerismo, es que la iniciativa propone la creación de un fideicomiso entre Corporación Sur y el Banco Ciudad y ceder por 30 años las 166 hectáreas del Autódromo Juan y Oscar Gálvez. El expediente propone la rezonificación del predio, limitado por las avenidas Roca, Escalada, 27 de Febrero y General Paz, y un lote en manos del Sindicato Único de Trabajadores del Estado (Sutecba).
La modificación permitirá desarrollar en su interior no sólo actividades deportivas, sino también comerciales, servicios turísticos y equipamiento destinado a cultura y esparcimiento. Incluso trascendió que podía construirse un hotel de lujo, un helipuerto y un museo en el predio, algo que irrita a parte del kirchnerismo y lo pone en pie de guerra para negar la aprobación del proyecto. Cuando pasó por la Comisión de Desarrollo Económico, el expediente sólo fue despachado por el PRO.
En el kirchnerismo también hay dudas acerca de la creación de la Villa Olímpica que alojará a los atletas que participarán de los Juegos Olímpicos de la Juventud que se celebrarán en la Ciudad en 2018. El PRO alojó un guiño para el kirchnerismo en ese proyecto: el 50 por ciento del dinero obtenido por la venta de una serie de tierras públicas irá destinado a la urbanización de la villa 20.
Misma situación se vive un expediente sobre el Tiro Federal para construir un Centro de Innovación, otro que permite la concesión del Centro de Exposiciones y Convenciones y un proyecto que prevé la venta del complejo Buenos Aires Design – manejado por la empresa IRSA- y el producido de esa venta irá para la construcción de la Ciudad Judicial.
Además, el PRO sacará del arcón de los recuerdos un proyecto que en 2014 generó un escándalo en plena sesión: la renovación por 20 años un predio que utiliza la Asociación Golf Club José Jurado de Villa Lugano.
El expediente, impulsado por Cristian Adrián Ritondo, fue frizado durante todo el año pero el hombre de Mataderos quiere sancionar la iniciativa en segunda lectura antes del recambio legislativo. El año pasado el macrismo contaba con el aval del FpV y lo que en ese momento era UNEN pero producto de una riña entre distintos diputados, el proyecto se archivó y se levantó la sesión en horas de la madrugada.