Sergio Massa reunió este miércoles por la noche a gran parte del bloque de diputados nacionales que el Frente Renovador (FR) tendrá a partir del recambio parlamentario. El encuentro tuvo varios objetivos: ordenar los conflictos hacia el interior del bloque, al menos hasta que asuman los nuevos legisladores, el 10 de diciembre; conocer las posiciones de algunos miembros, sobre todo los que llegan con problemáticas de algunas provincias, y analizar, entre muchas voces, la performance del massismo en las presidenciales del 25 de octubre. Pero el trasfondo, lo que buscaba el líder y ex candidato a presidente era contener a la tropa, tomar la temperatura interna y asegurarse de que no va a haber movimientos al menos hasta el año próximo.
La reunión fue en la oficina que el FR tiene en Rodríguez Peña 80, que fue bunker de campaña en territorio porteño y que ya deberán abandonar, vencido el contrato de alquiler. Estuvieron casi todos los actuales y futuros miembros del bloque massista en la Cámara baja: sólo faltaron algunos de las provincias más alejadas al área metropolitana, entre ellos, los cordobeses, que no llegaron por retrasos en los vuelos.
Lo primero que se resolvió fue no resolver nada. Se postergaron todas las decisiones políticas hasta después del ballotage, esperanzados con que haya un corrimiento en el peronismo en el que puedan pescar. Al menos dos de las personas que estuvieron en el encuentro admitieron que hubo un poroteo improvisado de diputados peronistas que podrían sumarse al massismo si el candidato a presidente por el Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, pierde las elecciones.
Las mismas fuentes confirmaron que varios de los que estuvieron este miércoles por la noche en las oficinas céntricas del massismo habían recibido sondeos por parte de enviados sciolistas. Pero descartaron que haya más partidas hacia las filas naranjas más allá de la del polémico Alberto Roberti, algo que sí podría haberse profundizado si Scioli hubiese ganado en primera vuelta o si llegara con chances más firmes a la segunda vuelta. “Hay muchos compañeros que quedaron medio sueltos”, bromeó una de las voces consultadas.
Entre los aspectos que se celebraron fueron los resultados en algunas provincias, como lo que ocurrió en el norte del país –por algo este jueves Massa estuvo en Salta- y la “cosecha nacional” de legisladores, que de continuar en el Congreso como UNA, la alianza con el sello delasotista Unión por Córdoba que firmaron para competir en la elección nacional, trepará a 32 diputados. También que la agenda de temas que instaló Massa en su campaña, como el narcotráfico, la eliminación del Impuesto a las Ganancias o el 82% móvil para jubilados, se haya filtrado en la agenda de Scioli. Eso lo anotaron como un triunfo.
Además, en ese cónclave se resolvió quitarle a Roberti la presidencia del bloque y traspasarla a María Azucena Ehcosor hasta el 10 de diciembre, cuando se produzca el recambio parlamentario. “Fue decidido por el bloque por cuestiones disciplinarias del diputado Roberti, vinculadas a una serie de actitudes con anterioridad a la elección. Por un lado, a lo que es de público conocimiento, la postura política que tomó antes que los resultados electorales estuvieran a la vista y, por el otro, la pelea y el tono que tuvo en Twitter con diferentes ciudadanos”, detalló la diputada y miembro de la mesa chica del massismo, Graciela Camaño. Roberti, además, ya no integrará el bloque massista.