La gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, salió al cruce de la "campaña sucia y de agresión", al tiempo que se desligó de las acusaciones desde el Frente para la Victoria, que intentan emparentar al espacio político de Mauricio Macri con “la idea del ajuste” y el modelo neoliberal que terminó de estallar en diciembre de 2001.
"Lo mejor sería que los candidatos discutan propuestas, que discutan de verdad la Argentina del futuro que le proponen al ciudadano, en lugar de elegir la agresión, la campaña sucia, algo que creo que no se va a votar”, replicó la saliente vicejefa de Gobierno porteño, y advirtió: “Ya nos conocen muy bien a todos, saben en qué gobiernos estuvimos, qué hemos hecho".
Durante una entrevista en La Red, Vidal puntualizó en que, en la Ciudad, “no hay nada privatizado, no hubo ningún despido masivo de empleados públicos, no se privatizó ni se cerró ninguna escuela, ningún hospital, ningún servicio”.
Y subrayó que, “al contrario, en el balance hay más Estado, eso es lo que cuenta". Además, desmintió las versiones que auguran el cierre del programa Envión en la provincia de Buenos Aires, y apuntó contra el modo de hacer campaña desde el oficialismo. "Es una lástima que estén planteando la campaña de esta manera", planteó. En la mañana del lunes, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, había advertido con la existencia de un video por una supuesta reunión de Vidal con sus equipos técnicos, donde habría afirmado la finalización del programa Envión.
Finalmente, reconoció que aún no tiene precisiones sobre el número que ofrecerá en las paritarias a los gremios docentes, pero anticipó que la cifra comenzará a discutirse en la primera reunión salarial.