A pocos días del ballotage que definirá quién será el próximo presidente, las pequeñas y medianas empresas (pymes) advierten que ya hay “hipermercados y terminales automotrices que suspendieron sus compras, con la expectativa de que se abran las importaciones”. Además, pidieron definiciones a los candidatos presidenciales sobre sus políticas hacia el sector y mostraron preocupación porque el representante de Cambiemos, Mauricio Macri, “ni siquiera nombra a la industria”.
“Estamos preocupados porque no sabemos cuáles son las propuestas concretas hacia el sector. Hay un candidato que por lo menos habla de las pymes, que es Daniel Scioli, y el otro que directamente no dice nada sobre el tema ni menciona la palabra industria. Hasta la UIA ya se pronució al respecto”, le dice a Letra P Raúl Zylbersztein, secretario general de Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA).
La entidad fundada en 2007, que nuclea a 52 cámaras industriales nacionales, envió el jueves de la semana pasada una nota a los comités de campaña de los dos candidatos presidenciales para pedirles que expongan “con claridad cuáles serán las políticas que afectarán la actividad de las pymes y el trabajo generado por el sector”, de cara al ballotage del 22 de noviembre. Hasta el momento solo tuvieron como respuesta “contactos informales” con dirigentes de ambos sectores, aunque en la previa de las elecciones ya se habían reunido con el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, a quien Scioli había designado como su eventual ministro de Industria.
“Hay mucho por mejorar. Ahora necesitamos saber qué lugar van a tener las pymes en el futuro gobierno, si va a haber segmentación, o las pymes van a ser tratadas como grandes empresas, como hasta ahora. Ese es un tema a solucionar”, dice Zylbersztein.
De acuerdo con el secretario general de CGERA, Cristina Fernández de Kirchner dio señales de que debían hacerse cambios en las políticas destinadas al sector durante la cena por el Día de la Industria, que se hizo el 2 de septiembre en Tecnópolis. “La Presidenta dijo ese día que las pymes eran una asignatura pendiente y eso es cierto. Ya tuvimos en el país un aumento del poder adquisitivo que motorizó el consumo y, con eso, la producción. Ahora falta una política especial para el sector”, explica.
En la nota enviada a Scioli y a Macri, la CGERA cuestiona “si por economías regionales entienden la producción primaria de la región o también contemplan el comercio del lugar y el desarrollo industrial”, pide “recuperar la senda exportadora” y pregunta “cuáles son los programas que definen los factores de competitividad y las medidas para lograrlos”, entre otras cosas. De acuerdo con los datos de la entidad, en Argentina hay unas 900 mil pymes, que generan el 75 por ciento de los puestos de trabajo del país.
“Necesitamos que nos digan cómo van a administrar el comercio exterior. El 17 de diciembre vencen las DJAI (Declaración Jurada Anticipada de Importación), ¿qué va a pasar con eso? Nosotros ya invertimos nuestro capital, tomamos créditos en muchos casos poniendo nuestras casas como avales”, pregunta Zylbersztein.
El tema de las importaciones es, precisamente, uno de los temas que más inquieta al sector. “Queremos saber de qué manera piensan abrir las importaciones. Escuchamos voces pero no sabemos si están autorizadas o no. Nadie nos explica si el plan es abrir todo o no”, dice el secretario general de la entidad en referencia a las declaraciones de asesores económicos del macrismo, como José Luis Espert, quien asegura que “no tiene que haber restricciones para importar”.
“En este contexto, el lunes después de las elecciones, ante un resultado positivo para el macrismo, hubo hipermercados que suspendieron sus compras. Lo mismo pasó con las terminales automotrices. Ahora tienen la expectativa de que van a poder importar barato”, dice Zylbersztein, que pertenece a la Cámara Industrial de la Manufactura del Cuero y Afines (CIMA). Según el empresario, esa preocupación fue manifestada por “varios socios” a representantes de sus respectivas cámaras durante la semana posterior a los comicios. “Es un problema que ya nos está afectando. Sería bueno que salieran a aclarar ahora que no van a liberar las importaciones, así los hipermercados siguen comprando tal como lo estaban haciendo”, propone.
La semana pasada comenzó a circular en las redes sociales el video de un empresario dueño de una pyme que les pidió a sus trabajadores “no votar al neoliberalismo”. "Peligran muchas cosas, entre ellas esta empresa, pero también el trabajo de ustedes, peligra el bienestar general de todos nosotros", explicaba el hombre, dueño de una textil, a sus 130 empleados. Para Zylbersztein no fue novedad. “Hablamos todos los días con nuestros empleados de estos temas. Los dueños de las pymes estamos muy cerca de los trabajadores. Y éste es un tema cotidiano: las pymes son muy sensibles, crecen y quiebran rápidamente. Son tan ágiles para crecer como para fenecer. Eso lo tenemos claro”, dice.
Zylbersztein agrega que el sector cree que el tipo de cambio “debe ser modificado” pero que la baja de la inflación debe hacerse de manera “de manera gradual”, como propone la ministra de Economía bonaerense, Silvina Batakis. “Si se plantea que la inflación se va a bajar a un dígito en cuatro años, quiere decir que se va a invertir en productividad. Cuando se habla de bajarla de un día para otro, es porque se va a enfriar la economía. Es decir, van a bajar los precios porque no va a haber nadie que compre”, explica el empresario.