Credibilidad, gestión y conocimiento territorial, son las tres características que busca esgrimir el candidato a la gobernación por el Frente para la Victoria, Aníbal Fernández.
Credibilidad, gestión y conocimiento territorial, son las tres características que busca esgrimir el candidato a la gobernación por el Frente para la Victoria, Aníbal Fernández.
Son las variables necesarias para capturar el voto independiente, e indeciso, que le fue esquivo en las PASO de Agosto pasado.
Por eso, el próximo miércoles, volverá a importar de Nación, un equipo de gobierno. En este caso, será el ministerio de Industria, regenteado por Débora Giorgi.
El pasado lunes, Fernández anunció lo que será su equipo agropecuario, y financiero, en caso de que gane la elección de Octubre.
Las primeras líneas del ministerio de Agricultura de la Nación, fueron las elegidas, al igual que el actual Secretario de la cartera, Gabriel Delgado, a quien ubicó al frente del Banco Provincia.
Esta lógica, que busca mostrar continuidad, gestión y pertenencia, ya que la mayoría son figuras de raíz y gestión bonaerense, se repetirá con el área de la producción.
Fernández decidió calcar el ministerio de Industria de la Nación, y transferirlo al territorio provincial. Por eso, se espera que el próximo miércoles, en el Teatro Argentino de La plata, confirme a Débora Giorgi, la actual titular de esa cartera, junto a la mayor parte de su equipo, como parte de su futuro gabinete.
Se espera que sean de la partida los actuales titulares de la jefatura de Gabinete; de la Secretaría de Industria; de Planeamiento Estratégico Industrial; y de la PYME y desarrollo regional.
En el caso de Giorgi, ocupó el ministerio de la Producción, en 2005 y hasta 2008, durante la gestión de Felipe Solá. Y luego fue convocada por la presidenta, Cristina Fernández, para ocupar la cartera de Turismo y Producción. Hasta 2010, cuando la jefa de Estado la traslado hacia el ministerio de Industria.
Giorgi, una funcionaria que participa del sector de mayor confianza de CFK, capturó la atención de Fernández, por su impronta “workaholic” (adicta al trabajo).
Esa variable, muy valorada por el jefe de Gabinete, sumado al experiencia y conocimiento que tiene de la provincia, terminaron de convencer al postulante del oficialismo.