Luego del golpe en junio, el sector del radicalismo que todavía se representa en el diputado Bautista Mendioroz intenta demostrar supervivencia y se pega al reclamo de las entidades de fruticultores que no paran de reclamarle al gobierno de Alberto Weretilneck, o a la Nación, por el resurgimiento de las economías regionales.
Fue así que el ex vicegobernador utilizó el discurso de los chacareros del Alto Valle de Río Negro y Neuquén para exigir la intervención del Gobierno nacional ante un sector golpeado y sospechado luego de la dura protesta en medio de las elecciones a gobernador que catapultaron a Weretilneck por otros cuatro años en el poder.
“Esto no es magia, esto tiene responsables porque no es algo de la naturaleza, el azar o una etapa de un ciclo económico”, dijo Mendioroz en lo que fue el retorno, antes de su salida del ámbito legislativo, luego de la pobre elección junto a la senadora Magdalena Odarda, y agregó: “Todos por acción u omisión son los que miraron para el costado y dejaron que uno de los principales motores económicos y laborales terminara en este desastre”.
La relación entre los sectores antagónicos al peronismo y los productores frutícolas de la provincia es extensa e histórica. Cuando Miguel Pichetto buscaba llegar con posibilidades al 14 de junio, una serie de tractorazos en las rutas del circuito productivo marcaron el rechazo a las políticas públicas del kirchnerismo.
Por esos reclamos, que dejaron un clima enrarecido en dos de los principales distritos electorales de la provincia (General Roca y Cipolletti), el Frente para la Victoria (FpV) de Pichetto salió golpeado por las protestas que organizó, entre otros, el candidato del espacio en Luis Beltrán.
Más allá del resonante triunfo de La Cámpora en el distrito, Juan Oller (titular de la Cámara de Productores del Valle Medio), fue el elegido para jugar a favor del Ari y el radicalismo: el resultado, una pobre elección pero ratificó dónde ese sector busca sostenerse.